Tres meses después de que el Banco Central Europeo emitiera un nuevo billete de 50 euros con el que este organismo pretendía hacer más complicada la falsificación de este papel moneda, la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón ha desmantelado, en Zaragoza, una imprenta pionera en dicha actividad ilegal. El artífice de la misma, Javier G. A. fue detenido hace una semana, al igual que su pareja sentimental María Pilar S. D., por, al parecer, ayudarle en dicha fabricación.

Junto a la pareja, los investigadores arrestaron a cuatro hombres que eran los encargados de distribuir a pequeña escala el dinero cuya cantidad no se ha podido determinar, aunque la Policía advierte que todavía podría haber en circulación estas copias. Siempre lo realizaban establecimientos pequeños en los que las medidas de seguridad son inferiores. Con esta operación, denominada Héroes, el Cuerpo Nacional de Policía ha evitado la inmediata puesta en marcha de 140.000 euros que estaban listos para ser instroducidos en el mercado. Estaban en proceso de finalización otros 675.000 euros y los investigadores creen que con todo el material incautado se podrían haber elaborado 1,3 millones de euros. No solo se habían especializado en la moneda europea, sino que Javier G. A. y María Pilar S. D. se habían atrevido con los dólares, llegando a realizar 660 en billetes de cinco.

HACE UN AÑO / Las investigaciones se iniciaron durante el mes de julio del 2016 cuando se detectó un incremento considerable de dinero falso a nivel nacional, especialmente en la capital aragonesa. El «hecho relevante» llegó, tal y como señaló ayer el inspector jefe de la Udyco, Alberto Larripa, cuando arrestaron a un delincuente habitual en Zaragoza. Durante el registro, observaron que llevaba encima una serie de billetes falsos y que tenían una serie de características que coincidían con la alerta que había saltado.

A partir de este hombre, cuyos antecedentes penales responden en su mayoría al robo de trasteros, los agentes «tiraron del hilo» y fueron a dar con el sospecho. A partir de ahí se montó un operativo de vigilancia que finalizó el pasado jueves con la entrada y registro de la vivienda de Javier G. A., que compartía con sus padres, y un local que tenía alquilado en el barrio de San José y en el hacía jornadas de hasta 16 horas en la elaboración de este dinero falso.

Un tiempo que responde a la excesiva perfección que perseguía el cabecilla de la trama. Su celo era tal que, según el jefe de la Brigada de Investigación del Banco de España, Juan Bañuelos, «no se conformó con fabricar los anteriores billetes de 50 euros, todavía vigentes, y decidió atreverse con los nuevos modelos». Eso explica el diverso material intervenido por la Policía entre los que destacan diferentes tipos de impresoras, planchas, tintas y hologramas. Tenía hasta un microscopio digital con el que repasaba las imperfecciones y las iba mejorando. Lo único que no podía cambiar era la forma de imprimir los hologramas como la efigie de la Diosa de Europa que aparece en una ventana o el papel utilizado, que es procedente de la madera, a diferencia del auténtico cuyo origen es el algodón.

Es por ello que desde la Policía pidieron a la ciudadanía que extremen la vigilancia y realicen un fácil ejercicio: «mirar, tocar y girar». Con ello, todo billete falso es detectable. Dos de los seis detenidos están ya en prisión.