El día después del 1-O llegó a los mercados financieros con una penalización evidente sobre la bolsa española y de forma muy especial sobre las dos entidades financieras catalanas. La cotización de La Caixa y de Banc Sabadell se dejó alrededor del 4,5% de su valor. Los dos bancos catalanes lideraron las pérdidas en una jornada en la que el Ibex 35 se dejó el 1,21% mientras que el resto de las plazas europeas anotaba ganancias.

Según los analistas de Self Bank, el comportamiento diferencial de la bolsa española «muestra el nerviosismo del mercado por la crispación política en España». La prima de riesgo de la deuda pública española subió 8 puntos, hasta los 124 enteros por encima del bono alemán.

El análisis de los mercados teme por los efectos económicos que podrían derivarse de una mayor inestabilidad política en el conjunto del país.

«Una pérdida del apoyo a este Gobierno por parte de los partidos constitucionalistas o una hipotética convocatoria de elecciones anticipadas provocarían una inestabilidad política que sin duda ahuyentará muchos inversores internacionales», se advierte desde Self Bank

Este es el escenario que también tiene en su radar J. P. Morgan. «Nuestro escenario base permanece sin cambios: elecciones anticipadas en Catalunya y en España y un proceso de negociación sobre un nuevo marco de gobierno y fiscal en Cataluña», advierte.

SECTOR FINANCIERO / «Caixabank y Sabadell están sirviendo de termómetro de la preocupación de los inversores», valora Self Bank. «En caso de que empiece a coger forma la idea de un referéndum pactado, no sería de extrañar que hubiera una retirada de depósitos por parte de los clientes de estas dos entidades», advierten estos analistas.

Entre el resto de las grandes cotizadas con sede en Cataluña -como Gas Natural, Abertis, Almirall o Grifols- la preocupación por el impacto del procés parece menor.