Para dar respuesta a las multitudinarias protestas de los pensionistas de las últimas semanas, el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2018 incluye una partida de 1.000 millones para atender subidas adicionales de las prestaciones más bajas que, según los cálculos del Gobierno, beneficiarán a cerca de seis millones de personas.

Dejando a un lado el índice de revalorización de las pensiones impulsado por el propio Gobierno del PP -del que se desprende la subida del 0,25% de cada uno de los cinco últimos años- el Ejecutivo ha optado por acometer este año una subida mayor para las pensiones más bajas, presionado por las protestas en las calle. Ahora se prevé un incremento del 3% para las pensiones mínimas y supondrá que 2,4 millones de personas podrán cobrar 250 euros más al año. El incremento también será del 3% para 450.000 personas que cobran pensiones no contributivas.

Además, las pensiones de viudedad subirán un 2%, con lo que medio millón de personas cobrarán 450 euros más al año como media. Finalmente, un millón y medio de pensionistas que cobran hasta 9.800 euros brutos al año tendrán una subida del 1,5% y quienes reciben entre 9.800 y 12.040 euros anuales tendrán un incremento del 1%. Las pensiones de mayor cuantía se tendrán que conformar con la subida del 0,25% que se aplica desde enero, si bien, las que no superen los 18.000 euros podrán beneficiarse de la nueva reducción en el IRPF por rendimientos del trabajo a partir del mes de julio, si resultan aprobados los Presupuestos.

En total, la partida de pensiones subirá en 5.188 millones en el 2018, hasta 144.834 millones (el 3,7% más que en 2017) por las prestaciones más altas de los nuevos pensionistas (unos 4.000 millones) y la revalorización decidida por el Gobierno (unos 1.000 millones). El ministro Montoro, rehusó ayer cuantificar el impacto en estas cifras del nuevo índice de sostenibilidad que entrará en vigor en enero del 2019 con el fin de reducir las prestaciones de los nuevos pensionistas y adecuarlas a su mayor esperanza de vida.

Las cuentas de la Seguridad Social incluyen un volumen de gastos por un total de 148.382 millones (con un aumento del 4%) frente a unos ingresos de 129.736 millones (que suben el 3%). Además, se incluye un nuevo préstamo del Estado (por 15.164 millones) para equilibrar las cuentas. Se prevé un aumento del 3,9% en los ingresos por cotizaciones, hasta los 114.916 millones.