Un intenso frío presidió el derbi aragonés, ese frío, el primero del invierno, que siempre supone un bofetón de realidad al que cuesta acostumbrarse, mucho más tras un verano que se alargó tanto. Pero ni esa sensación térmica no superior a dos grados ni la escasa consideración que tuvieron con este duelo la Liga y las televisiones al situarlo en lunes pudieron con la expectación de la cita, que tuvo el mejor escenario posible en Huesca. Y es que el calor, claramente azulgrana durante el choque porla superioriad local, estuvo en las gradas en un Alcoraz lleno prácticamente a rebosar, con casi 5.500 espectadores, porque el Zaragoza devolvió solo 50 de las 200 entradas que tenía y las taquillas del estadio oscense tuvieron afluencia hasta minutos antes del choque.

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y la consejera de Economía, Marta Gastón, no se perdieron el derbi. Y que el partido era grande también se notó en la presencia del Zaragoza, con el consejo prácticamente en pleno, encabezado por el presidente, Christian Lapetra, pero por allí también estaban el director general, Luis Carlos Cuartero, y los consejeros Carlos Iribarren, Fernando Roidrigo o Fernando Sainz de Varanda, que consumieron los minutos previos al choque sobre el césped y hasta hubo un amago de selfie entre ellos

Por el lado zaragocista, la Federación de Peñas desplazó a 500 aficionados, que no llegaron a su zona en Gol Sur en el estadio hasta a partir de una hora antes representando a 27 peñas distintas y con una nueva mascota, un león al que le falta todavía el nombre, de estreno para este derbi. Con los 150 aficionados que compraron sus entradas en Zaragoza, la cifra oficial de seguidores blanquillos rondó los 700 hinchas, aunque también los hubo que adquirieron las localidades por su cuenta en Huesca. Se hicieron oír durante el partido, pero estaban en minoría en un Alcoraz que retumbó sentimiento del equipo azulgrana, como no podía ser de otra manera. Los vigilantes se llevaron una pancarta contra el horario de las televisiones que colocaron Los Alcorazados y en la segunda parte solo se escuchó a la grada oscense, que festejó por todo lo alto el triunfo, que hasta botó y dio olés al juego de su equipo.