Arturo Aliaga ha renovado notablemente las listas de su partido. De hecho, todo son caras nuevas salvo la de María Herrero, --y el propio candidato a la Presidencia-- que ocupa el segundo puesto en Teruel por expreso deseo de José Ángel Biel. Berta Zapater, otra bajoaragonesa, y sin experiencia en política autonómica, encabeza la lista. Los aragonesistas aspiran a conseguir dos representantes en esta provincia. En Zaragoza, Elena Allué, que primero aspiró en silencio al Ayuntamiento de Zaragoza --no se atrevió, tras amagar, porque optaba Xavier de Pedro, también preferido por Biel-- y ha terminado recalando en la candidatura autonómica, acompañará a Aliaga en el difícil tránsito por la ciudad y su provincia. En Huesca, se opta también por la máxima juventud, con una cabeza de lista como Lucía Guillén, sin poder territorial, y con nulo peso orgánico. Se quedan por el camino otros aspirantes como Roque Vicente. Las encuestas no son halagüeñas para el PAR, pero lo que no se le puede negar es la regeneración en los nombres que ha emprendido el candidato. Arturo Aliaga es consciente de que debe apostar por la juventud para romper con la imagen que arrastra su partido después de décadas apoyando gobiernos de diferente signo y siempre vinculado con el poder.