La Dirección General de Tráfico intensificará desde hoy los controles de velocidad a la que circulan los vehículos por las carreteras. En las zonas urbanas, especialmente en caso de atropello, la velocidad es determinante, ya que a partir de 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón no fallezca en un atropello, mientras que a 30, el riesgo se reduce al 10%. Llevar una velocidad adecuada podría evitar prácticamente una cuarta parte de los fallecimientos en accidentes de tráfico, ya que en el 22% de los casos con víctimas mortales en carretera se detectó la velocidad como factor concurrente. Esta infracción se castiga con multas de 90 a 600 euros.