Carmelo Aured, exalcalde de La Muela, primo de su sucesora Mariví Pinilla y empresario inmobiliario, admitió ayer ante los magistrados de la Audiencia Provincial de Zaragoza los siete delitos fiscales que le imputan la Fiscalía y la Agencia Tributaria, entre otras acusaciones. Lo hizo, eso sí, en una particular guerra con su contable, José Antonio Puyadas, que declaró poco antes que él.

Este vino a decir que lo que pudiera haber hecho fue por indicación de su cliente, pero Aured le echó las culpas a él, y señaló, visiblemente enfadado, que había querido aparentar que no le conocía cuando es su contable "desde que era alcalde, en 1979, y me llevaba las cuentas del restaurante Mirasol".

Ante las preguntas de la Fiscalía y su abogado, Alfonso Moro, Aured admitió los siete delitos fiscales, que cometió porque "era un parejo (desordenado, despreocupado)" a la hora de la contabilidad. "La verdad sea dicha que yo hacía de mi caja y la de mis sociedades una sola", admitió. De ahí que Hacienda no pasara por alto las operaciones de autopréstamos, entre otras. Pero eso sí, "todos los contratos, las facturas, los hizo él", reiteró, señalando a Puyadas.

El contable había asegurado antes que, aunque le parecían sospechosos, él hacía los documentos que le pedía Aured y este no le daba "ninguna explicación" de comisiones y demás trámites. Y explicó que algunos documentos de Aured los tenía en su poder porque "hasta el 2005 él no tuvo ordenador, y lo más fácil era pedírmelos a mí".

El contable también aportó el primer testimonio que apoya la acusación de la Fiscalía sobre la participación del secretario municipal, Luis Ruiz, y el arquitecto, Francisco Núñez, en la inmobiliaria Castelnovo, junto al propio Carmelo Aured y los empresarios Fernando Lavilla y Modesto Barranco.

REUNIÓN

"Vinieron los cinco a la reunión de constitución en mi despacho, pero ellos dos dijeron que no podían participar porque eran funcionarios", afirmó. Aured aseguró que eso era "mentira" y que no recordaba que los cinco hubiesen coincidido nunca. Los socios de Castelnovo también negaron la participación de los funcionarios.

En lo que no fue tan claro el exalcalde fue en el cobro de comisiones que también le imputan, en diversas operaciones. En una de ellas, por ejemplo, afirmó que él solo le enseñó las fincas, como vecino del pueblo, a otro empresario amigo suyo --también imputado, pero ya fallecido-- y él se las entendió con la Sociedad Urbanística de La Muela. También negó que otro amigo suyo, otro imputado que ha muerto, fuese un testaferro suyo en otra operación.

Sí admitió el cobro de otras operaciones, pero como pagos de compras o por su trabajo, no como operaciones ficticias. En cuanto al cobro de 800.000 euros por parte de la empresa Sagain, afirmó que no lo declaró porque el contrato de préstamo que le hizo el dueño, Iñaki Unsain, se anuló.

Antes de comenzar su declaración, Aured realizó un llamativo prólogo en el que se disculpó con la fiscala, María Victoria Esponera. Lo hizo por los escritos en que su "anterior abogado" --se entiende que César Ciriano-- había pedido la nulidad de la causa, entre otras cosas por una posible contaminación de la representante del ministerio público, por intereses empresariales de su marido. Aured aseguró que el letrado actuó sin su "consentimiento ni conocimiento" en estos escritos.