La catedral de Tarazona reabre hoy sus puertas después de casi 30 años de obras, un primer cierre parcial en 1984 y una clausura definitiva desde 1991. Tres décadas de trabajos que comenzaron con el objetivo de evitar el desplome literal del templo, cuya fábrica mantenía, en palabras del arquitecto Fernando Aguerri, un "equilibro inestable" desde el mismo momento de construir la estructura gótica y, sobre todo, tras la construcción del cimborrio el siglo XVI, equilibrio que se vio roto con las actuaciones que se realizaron en los siglos XIX y XX y que acabaron por causar graves problemas estructurales.

Afortunadamente, el Plan Director redactado por los hermanos Fernando y José Ignacio Aguerri, que ganaron el concurso convocado en 1996 por la DGA, el Ministerio de Cultura y el Obispado de Tarazona, no solo ha conseguido consolidar definitivamente la catedral después de varios intentos anteriores, sino que ha logrado sacar a la luz toda la riqueza artística que ésta ocultaba, con descubrimientos tan importantes como las pinturas renacentistas halladas sobre el altar mayor y en el cimborrio y que fueron tapadas apenas unos meses después de ser realizadas por Alonso González en 1563.

Después de la polémica suscitada por el anuncio de un acto institucional para la inauguración del templo el pasado 27 de marzo, criticado por "electoralista" y finalmente suprimido, al final, la apertura de la catedral tendrá lugar como fue su cierre, en silencio. Sin un acto solemne con invitados ilustres o políticos. Serán los turiasonenses y los visitantes afortunados que consigan uno de los pases expedidos por la Fundación Tarazona Monumental los primeros en entrar al templo. Para estas visitas gratuitas y guiadas se han habilitado 15 jornadas entre abril y mayo, en las que se espera que pasen 10.000 personas. El 20 de abril, coincidiendo con la fecha en la que la catedral fue consagrada en 1235, se procederá a la bendición del altar mayor y el Domingo de Resurrección se celebrará la eucaristía. A partir de ahí, habrá misa los domingos. Después, a partir del 1 de junio se intensificarán las visitas y se inaugurará en el claustro la exposición Reencuentros con la catedral.

20 MILLONES DE EUROS Desde que las obras comenzaron en 1981 se han invertido casi 20 millones de euros y en ellas han participado tres equipos de arquitectos que trabajaron en distintos periodos para evitar la degradación del templo. Sin embargo, no fue hasta finales de 1996, con la redacción del plan director por los arquitectos Fernando y José Ignacio Aguerri cuando comenzaron las obras más intensamente y con continuidad.

Así, además de conseguir asentar la fábrica del templo, las obras del plan director han recuperado gran parte del legado histórico-artístico de la catedral, desde las ya nombradas grisallas renacentistas en la cúpula del altar mayor y el cimborrio, a otros descubrimientos que ayudan a conocer los orígenes del edificio. Entre ellos destacan, en el subsuelo de la catedral, a unos dos metros de profundidad, restos desde el siglo I e importantes estructuras romanas y cristianas primitivas de los siglos IV al VI.

El hallazgo más relevante de estos restos arqueológicos es un mosaico romano de unos 100 metros cuadrados de superficie, y, además, se ha reconocido el primitivo ábside románico de la seo turiasonense.

Aunque las obras prioritarias incluídas en el plan director han concluido, todavía quedan por restaurar importantes zonas de la catedral como el claustro, la mayoría de las capillas, entre ellas la de los Pérez Calvillo con gran retablo de Juan de Leví, el pórtico principal y la torre.

Estas actuaciones, según explicaba ayer a Efe el arquitecto Fernando Aguerri, tendrían un coste de 10 a 12 millones de euros, y además serán necesarios, una vez

recuperada la catedral por completo, entre 100.000 y 200.000 euros anuales para su mantenimiento. Sin embargo, la apertura es el "objetivo cumplido" y salvarla de la ruina en la que casi se encontraba una "satisfacción.

Por su parte, el alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte, considera que la reapertura de la catedral va a suponer "un antes y un después" en la oferta cultural de la ciudad, porque la "principal joya" turiasonense no ha podido siquiera ser visitada por muchas generaciones.

Además, con la apertura parcial, el obispado de Tarazona recupera la primera iglesia de la diócesis, un "objetivo esencia" para el deán del Cabildo catedralicio, José María Gutiérrez, quien reconoce que en estos momentos la religiosidad no es la misma "que en los años 50 ó 60" por ejemplo, y que muchos visitantes entrarán para ver el arte que encierra la catedral, algo que no tiene porque contraponerse con la función religiosa de este espacio "pues esperamos que el arte pueda llevar a la gente al culto, que vean en las pinturas lo que se representa y por qué se representa, pues el arte religioso es un catecismo visual".