Hay pocas cosas a las que poder agarrarse como creíbles cuando se habla del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) y su recaudación en Zaragoza. El cobro lo impone la ley de presupuestos desde el año pasado pero necesita los datos fiscales que solo le puede proporcionar el ayuntamiento. Y hace un mes que el Instituto Aragonés del Agua le dio un plazo para hacerlo que se agota mañana, día 17. Era un requerimiento formal y el paso previo a acudir a los tribunales en caso de desoirlo.

A falta de 48 horas para hacerlo, los responsables municipales parecen dispuestos a enviarlos hoy, tal y como le prometieron ayer, según informó la DGA a este diario. Eso si es que cumplen su palabra, porque la última vez solo dieron datos tan parciales que hacían incobrable el impuesto. Algo que en el Ejecutivo autonómico temen que vuelva a suceder ahora.

Son pocas las informaciones de las que fiarse porque, entre otras cosas, el consistorio solo calla. Con toda la transparencia del mundo, ayer las fuentes oficiales del área de Economía que dirige Fernando Rivarés solo despacharon el asunto asegurando que «hoy (por ayer) no se han mandado». Y, efectivamente, así fue. El problema es que la semana pasada, según la DGA, la promesa era hacerlo ayer. Y no se hizo porque aún hay tiempo para responder. Concretamente hasta mañana porque la interpretación que hace el consistorio es que el plazo de un mes empezaba a contar cuando fue sellado en el Registro municipal, el 17 de abril, no cuando la DGA lo envió.

Diez millones por Utebo

Así que las próximas 24 horas pueden ser decisivas para un conflicto enquistado que mantiene la incertidumbre. En los zaragozanos, que no saben si tendrán que pagar el ICA este año, y en la propia DGA, que empieza a cansarse de que le den largas y no le dejen recaudar «más de 27 millones de euros». Son los que recaudaría con los 12 del año pasado y los 15 que estimaban los ingresos del presupuesto del 2017.

El hartazgo va a más porque, entre otras cosas, aunque le enviaran los datos hoy, son conscientes de que no va a poder girar el recibo el próximo mes de junio, como quería. Y, mientras, sin recibir un no desde el consistorio porque saben que incumplirían la ley, las valoraciones políticas solo apuntan a lo «injusto» de este impuesto.

Pero, además, este no es el único asunto a tratar. En la recámara están los 10 millones de euros que el consistorio se comprometió la pasada legislatura a abonar en tres veces, entre este año y el 2019 por la construcción de la depuradora de Utebo, en cuanto concluyan las obras.

Pero no se negocia, solo se gana tiempo. Y, sin que la DGA lo admita, le aplica el mismo trato a lo que le interesa a Zaragoza: tranvía, liquidación de Plaza, sellado del vertedero... Una relación muy leal de los dos.