Las puertas del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), en un día como ayer en el que se anunció una bajada relevante del paro, siguen repletas de personas desempleadas que hacen el esfuerzo de no perder la esperanza frente a la situación en la que se encuentran. "Tengo 50 años y he trabajado toda mi vida de mecánico. Hace unos meses nos echaron a la calle a mucha gente, y desde entonces vengo todos los días a la oficina del Inaem, pero nunca me ha servido de mucha ayuda", dice Alí Zouabeur con la esperanza de poder encontrar algo pronto.

En una situación parecida se encuentra José García, un obrero de 44 años que afirma que "no hay nada, no hay trabajo" aunque declara tener una buena imagen del Inaem, a pesar de que lleva parado y cobrando subsidio casi un año y medio.

Al igual que ellos, se encuentran muchos jóvenes aunque algunos muestran una actitud un poco más positiva. "Yo trabajaba en la Opel, ahora estoy haciendo algún curso y me parece que se va levantando un poco la cosa", dice Eduardo López. En una situación similar se encontraba, Víctor Herrera, un joven que ayer se dió de baja en el Inaem, ya que la semana que viene empieza a trabajar después de haber terminado un curso formativo que le ha facilitado las cosas. Él es un ejemplo que confirma que la formación es una de las mejores opciones para incorporarse al mercado laboral.