La dimensión mediática a nivel estatal que ha adquirido estos días el conflicto por los bienes de Sijena puede tener un efecto dominó sobre otros casos que, aunque no tengan que ver ni guarden relación con el caso de Sijena, pueden abrir otras vías de polémica. Es el caso de la Dama de Elche, reivindicada en numerosas ocasiones por las instituciones valencianas y que se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional, siendo una de las piezas estrellas de la vasta colección de este museo estatal.

El senador de Compromís Carles Mulet ha pedido al Gobierno que aplique para la cesión de la Dama de Elche la misma «doctrina» que con los bienes de Sijena, después de que el Ejecutivo haya reiterado su negativa a trasladar a la ciudad ilicitana la famosa escultura que lleva su nombre. El pasado lunes, el Gobierno respondió a una pregunta por escrito de Mulet sobre la Dama de Elche en la que denegaba la cesión a la ciudad alicantina por tratarse de un «bien de interés general» conferido a la «máxima protección jurídica».

Aunque ambos casos no guarden ninguna relación, ni el origen del litigio sea el mismo, Compromís pretende esa cesión, que no parece que vaya a ocurrir.

La escultura está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, y forma parte de su colección estable, de manera que el Gobierno dijo que la figura pertenece al Patrimonio Histórico Español por lo que se le aplica la «normativa de museos» en lo relativo a su procedimiento y desempeño de funciones.

INICIATIVA EN EL CONGRESO / Esta respuesta llega después de que el Congreso aprobase hace unos días una proposición no de ley que pedía la cesión, al menos temporal, de la Dama de Elche, y en plena polémica por la decisión del Gobierno de ordenar la devolución de las obras del monasterio de Sijena, desde Cataluña a Aragón, en cumplimiento de una sentencia judicial.

Mulet, en un comunicado difundido ayer, considera que el mismo criterio que se sigue en el retorno de los bienes de Sijena es «aplicable» a la Dama de Elche y también apuntó que no querer tratar ambos casos como iguales demuestra «el doble rasero» del Gobierno, que «ahonda en la demonización de Cataluña». A su juicio, la «política aplicada revela el menosprecio hacia los museos valencianos mientras «se hinchan los ubicados en Madrid».

De momento, todas las iniciativas que se han emprendido para la cesión temporal de esta pieza única del arte íbero en la península han tenido origen político, basándose en iniciativas parlamentarias. De este modo, nunca se ha explorado el camino judicial para aquellos defensores de que esta emblemática pieza vuelva a exhibirse en alguna dependencia museística de la Comunidad Valenciana.