Caras muy largas en el helipuerto improvisado en Seyne-les-Alpes, desde donde parten los helicópteros que reconocen la zona en la que se estrelló el avión de Germanwings. El presidente francés, François Hollande; la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se reunieron con los responsables del dispositivo de rescate y luego ofrecieron una rueda de prensa con un doble mensaje: apoyo total a las familias y cooperación sin fisuras entre los tres estados para esclarecer las causas del accidente. Les acompañaba el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se mantuvo en un segundo plano durante la visita.

Los tres mandatarios permanecieron en el centro de operaciones durante 50 minutos. Saludaron a una treintena de miembros del equipo de rescate (militares, sanitarios, gendarmes) y entraron en una carpa en la que pudieron ver fotos del terreno y conocer de primera mano cómo se está trabajando en tan difíciles circunstancias. Puede que la crudeza de esas imágenes, además del dolor evidente por la muerte de los compatriotas, ayude a entender la seriedad que esbozaron luego en una comparecencia que no admitía preguntas de la prensa y cuyo contenido pactado maridaba agradecimientos, lamentos, condolencias y promesa de un trabajo colectivo que permita resolver todas las incógnitas sobre esta tragedia aérea que se ha cobrado la vida de 150 personas.

BÚSQUEDA EN LA MONTAÑA Hollande informó de la aparición de la carcasa de la segunda caja negra, pero no de su contenido, que los investigadores siguen buscando en la montaña. "Todo se conocerá y se aclararán las circunstancias del accidente", sostuvo el líder francés.

La cancillera alemana, que antes había sobrevolado con Hollande en un helicóptero militar las cumbres del macizo de los Tres Obispos, donde se precipitó el aparato, explicó que la visión de los restos le permitió darse cuenta de la "amplitud de la tragedia". Subrayó que todos los países afectados "están unidos por el mismo dolor" y agradeció que Francia haya puesto todos los medios para esclarecer el siniestro.

Rajoy, al que acompañaba la ministra de Fomento, Ana Pastor, prometió trabajar codo con codo con Francia y Alemania para "estar a la altura de las circunstancias". El presidente del Gobierno presentó condolencias a las familias en nombre de su Ejecutivo y en el de la Generalitat, alabó la actitud "propia de amigos" de Hollande y concluyó: "Aquí hay tres personas que vamos a ser solidarias y que vamos a trabajar juntas, pero no solo como corresponde, como europeos, sino sobre todo como seres humanos".