El equipo de Gobierno no pedirá nuevos préstamos en el 2017. Así lo aseguró ayer el concejal de Economía, Fernando Rivarés, que desconoce los ingresos de los que dispondrá el ayuntamiento. La intención del responsable de finanzas pasa por cumplir con el límite legal de endeudamiento en el 2017. Esto permitiría al consistorio salir del plan de ajuste y poder hacer nuevas inversiones. Según las previsiones del borrador de las cuentas del próximo año, se amortizarán 97 millones de deuda antes de final del 2016. A esta cantidad habrá que añadir otros 53,6 (un 1,6% más que el año pasado) en el 2017. Sin embargo, habrá que contar con 25 millones solo para el pago de sentencias judiciales.