El Ayuntamiento de Zaragoza ha llamado la atención tanto a empresas de construcción como a los administradores de fincas de la urbanización de Valdespartera para intentar frenar la acumulación de cartones y material de obra y de embalaje en las calles. Los requerimientos no son nuevos, sino que se han ido produciendo a lo largo de los últimos meses, conforme aumentaban las quejas de los ciudadanos en el registro municipal, el teléfono 010 y el buzón de internet.

Según fuentes de Servicios Públicos consultadas ayer, el consistorio se ha dirigido en varios ocasiones a las empresas constructoras para exigirle que presten especial atención a los desechos que genera la propia obra, sobre todo, los plásticos, que se esparcen fácilmente con el viento.

Asimismo, las llamadas de atención se han dirigido también a algunos administradores de fincas, para que adviertan a los residentes en las viviendas de que se impondrán sanciones a quienes sean descubiertos dejando cartones o desechos voluminosos en las calles. "Es una contradicción, porque Ecociudad Valdespartera tarda mucho en acudir a recoger los cartones y se desbordan los contenedores. A se los han llevado y han colocado los cubos azules convencionales, pero no han limpiado el entorno y sigue la calle sucia y llena de desechos. ¿Quién tiene la culpa entonces?", planteó Miguel Ruiz Lizondo, administrador de varios edificios de Valdespartera.

Las llamadas de atención han sido, generalmente, por vía telefónica, puesto que el ayuntamiento no ha recibido todavía la titularidad del suelo sobre el que se asientan las viviendas y es la sociedad Ecociudad Valdespartera la responsable directa.

PROBLEMA DE CIVISMO A la vista del aspecto que presenta la recién inaugurada urbanización (que nació con el espíritu de convertirse en el barrio ecológico por excelencia de la ciudad), muchos no pueden evitar hacerse la misma pregunta: ¿Cómo puede haber basura orgánica en las calles si hay contenedores dentro del propio edificio y resulta más cómodo no manchar la calle?

Fuentes de la Ecociudad indicaron que la causa hay que buscarla en la falta de civismo. "En cuanto se entregan las llaves, se envía al administrador de la finca un manual de uso de la vivienda y del sistema neumático de basura. Además, se mandan cartas a los residentes para ofrecerles un curso los sábados por la mañana para aprender a utilizar este mecanismo, que es muy sencillo (dos puertas similares a las de una lavadora en el interior de la comunidad, donde se depositan las bolsas)", explicaron.

Esos cursos incluyen una visita a la central de recogida de basuras, para que el ciudadano vea todo el proceso desde el momento en el que echa la bolsa al cubo hasta que llega a la plataforma de Valdespartera.

Algunos vecinos consultados afirman que es el carácter novedoso de esta medida lo que disuade a algunos ciudadanos de utilizar este sistema y les anima a salir a la calle con sus bolsas. Sea lo que sea, desde Ecociudad tienen claro que estas costumbres tendrán que cambiar.