El Ayuntamiento de Zaragoza solo ha cobrado hasta principios de septiembre el 43,4% del importe de las multas de tráfico tramitadas durante el presente ejercicio. En total, en lo que va de año, la Policía Local ha impuesto sanciones por valor de 8,3 millones de euros, pero las arcas municipales han recibido hasta la fecha 4,7 millones de euros.

Con todo, el consistorio espera cerrar este año con unos ingresos de 15 millones de euros, una cantidad que podría ayudar a reequilibrar el presupuesto municipal pero que está en el aire.

La recaudación por multas de tráfico ha sufrido grandes cambios en los últimos años, dado que, a raíz de una reforma en la Ley de Seguridad Vial, el Gobierno central es el único beneficiario de determinadas sanciones, como la conducción sin carnet y sin seguro obligatorio.

Por otro lado, la corporación municipal ha puesto en marcha este año un sistema de detección de infracciones, conocido como multacar, que implica una vigilancia mucho más exhaustiva de las condiciones del tráfico en las calles de la ciudad. Vehículos policiales recorren Zaragoza provistos de cámaras que registran las infracciones, en particular las dobles filas, y automáticamente recogen la matrícula del vehículo, el lugar en donde se halla y otros datos necesarios para la localización del automovilista.

De forma casi sistemática, el ayuntamiento presupuesta en multas cantidades que finalmente no se obtienen, dado que un número importante de conductores recurren las sanciones o retrasan el pago hasta que pende sobre ellos una orden de embargo tras agotarse la vía administrativa. De hecho, en el 2008, el año de la Expo, en que Zaragoza registró más tráfico del habitual, la recaudación se quedó lejos de los 14 millones calculados.