Aragón no recibirá ninguna de las ayudas que se contemplan en la ley de medidas urgentes contra la sequía que se aprobó ayer en el Congreso de los Diputados. El Gobierno de Aragón había reclamado que se incluyeran amplias zonas de la margen derecha del Ebro, en las que los embalses están a mucho menos del 50% de su capacidad, pero finalmente la petición no fue aceptada. La redacción del decreto obligaba a incluir cuenca hidrológicas completas. Fuentes de la DGA indicaron ayer que se está trabajando para solventar la insuficiencia en próximas oportunidades.

El Real Decreto-Ley 10/2017 por el que se adoptan medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía en varias cuencas hidrográficas salió adelante con los votos en contra de Unidos Podemos. La formación, con el amparo de otros grupos, urgió un debate más amplio para encontrar soluciones a un problema ya «estructural».

En este sentido fue especialmente crítico el diputado zaragozano Pedro Arrojo. En su intervención calificó la norma de «imprudente e irresponsable» por perpetuar un modelo de planificación ya superado. «Las ayudas contra la sequía se están convirtiendo en una indemnización con la que se facilita el abandono del campo de los pequeños agricultores», expresó.

Por otro lado, advirtió la tendencia estatal a favorecer la «desregularización de los mercados del agua» tras cada periodo de falta de lluvias. Según Arrojo, los modelos climáticos demuestran que gran parte de los problemas de falta de agua tienen su origen en una mala planificación más que en la falta de precipitaciones. Puso como ejemplo las decisiones que han permitido «trasvases masivos» a la cuenca del río Segura, dejando la cabecera del río Tajo «completamente exhausta y arruinada».

La ayudas aprobadas establecen apoyos a las explotaciones agrarias en las demarcaciones del Duero, del Segura y del Júcar, con exenciones en los cánones de regulación y en la cuota de tarifa, entre otras, así como también los afectados en mancomunidad de los Canales del Taibilla y ciertos abastecimientos de Almería.

Además, los contratos de cesión de derechos de agua entre concesionarios de una misma cuenca se flexibilizan temporalmente en las cuencas del Segura, del Duero y del Júcar. «Los grandes integradores ganaderos y los grandes propietarios agrícolas no necesitan que se les subvencionen las sequías», lamentó Arrrojo.

En Aragón se calcula que más de 30.000 hectáreas están sufriendo daños por culpa de la falta de agua, según cálculos de Agroseguro. En las próximas semanas si no cambia la tendencia podrían aumentar.