La trama de reventa de medicamentos a partir de recetas falsas traspasó ayer el medio rural de la comunidad cuando la Guardia Civil detuvo a cuatro boticarios y clausuró tres farmacias en la capital aragonesa

A lo largo de todo el día, miembros del instituto armado de Teruel y la secretaria del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza, en nombre del instructor turolense que lleva la operación Pharmakon, recorrieron los diferentes establecimientos bajo sospecha en los que se incautaron de ordenadores, archivadores, medicamentos y diverso material susceptible en esta investigación que está bajo secreto de sumario.

La investigación, que ya afecta a trece farmacias de las provincias de Zaragoza y Teruel, continúa abierta y es posible que en las próximas horas se produzcan más detenciones.

CLAUSURADOS

Los dispensarios de medicamentos clausurados son los situados en la calle Pablo Neruda, 26 --regentada por Fernando Senante--, en la calle Violante de Hungría, 10 --dirigida por Domingo Alquézar y Carlos Alquézar-- y en la calle La Caza de Valdespartera, 11 --cuyo titular es José Ortiz--. Asimismo, se inspeccionó otra que finalmente no se precintó. Todos ellos fueron detenidos y trasladados a Teruel, donde el instructor de este caso les va a tomar declaración.

Una intervención que sorprendió a vecinos y clientes. Varios resaltaron especialmente los bajos precios de algunas de ellas en productos de parafarmacia, en comparación con sus competidoras. Apuntaron que incluso había filas para comprar.

Este juez decidirá si tienen que ingresar en prisión al igual que otros sospechosos como los de Cariñena, Alloza, Aguilón y Palomar de Arroyos, y empleados de almacenes de medicamentos en localidades de Barcelona, Granada y Tarragona.

Esta investigación judicial se destapó con la detención de la farmacéutica de Palomar de Arroyos, en Teruel, Amparo Armiñana, si bien se remonta a hace casi un año cuando, según fuentes consultadas, el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón observó una serie de cargos a los fondos del Salud que luego no se correspondrían con lo que cada establecimiento facturaría.

Unas sospechas que, al parecer, se corroboraron con una serie de inspecciones. De hecho, según estas mismas fuentes, se observó que a algún paciente se le habían prescrito algunos fármacos de unas enfermedades que no padecía. Con ello, los propietarios vendían a otras boticas o en el extranjero un medicamento por el que ya habían cobrado anteriormente. La cantidad estafada ascendería a más de un millón de euros.

SORPRESA

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Ramón Jordán, se mostró "sorprendido" tras el cierre de las farmacias de Zaragoza y apuntó que la situación es "angustiosa y triste" para el gremio "se trate de una mala conducta en el medio rural o en la ciudad", dijo. "El sentir de los compañeros farmacéuticos es que se está dando un servicio estupendo y por estas conductas se está ensuciando el trabajo del resto. Que salgan este tipos de casos hace que la gente nos meta a todos en el mismo saco y piense que todos somos iguales y eso entristece. Es una pena que la labor de muchos años de trabajo se lleve al pozo", indicó Jordán.

El presidente añadió que sienten una "incertidumbre tremenda" debido a la falta de información. "Pedimos personarnos en la causa para poder estar al tanto de todo lo que pasa" apuntó Jordán.