"Esta ha de ser la legislatura del diálogo social". Con esta declaración de intenciones nítida y tajante resumió ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, el primer encuentro con los agentes sociales, que abre una etapa de cuatro años en la que la creación de empleo es "la prioridad absoluta". Según anunció, en septiembre se firmará "una declaración institucional" y, a partir de ese momento, "se irán abordando los asuntos de interés para la comunidad y buscando acuerdos concretos, fehacientes y verificables".

Entre las cuestiones que se deben abordar "de manera inmediata", Lambán destacó la misión del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), que "debe pasar a ser un instrumento de políticas activas de empleo más útil y provechoso de lo que ha sido hasta ahora", recuperando una participación "intensa" de los agentes sociales; o la necesidad de lleva a cabo "un diálogo profundo para decidir por qué sectores estratégicos quiere apostar Aragón para conformar una economía sostenible, viable y competitiva, y ver qué tipos de ayudas han de aplicarse para estimularlos". Asimismo, en el encuentro también se habló de educación, sanidad y de la reforma de la función pública, asuntos de los que tratarán en los próximos meses.

Lambán calificó de "larga, cordial y fructífera" la reunión de casi dos horas mantenida con los representantes de la patronal y los dos sindicatos principales y se declaró "optimista"acerca de los resultados que el diálogo social puede lograr para la sociedad aragonesa, así como "profundamente satisfecho" por la "predisposición y la actitud positiva" de los interlocutores hacia la consecución de acuerdos. "Hemos coincidido en el diagnóstico de la situación y en qué tipo de propósitos hay que plantearse para que el diálogo social sea fundamentalmente útil y viable", afirmó.

El presidente de la CREA, Fernando Callizo, señaló que el diálogo social debe ser "permanente y fluido" con el objetivo de lograr una mejor situación económica en la comunidad y más actividad de las empresas para crear empleo. Por su parte, el máximo responsable de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita, mostró su "profunda satisfacción por haber recuperado el diálogo social", entendido "como análisis y búsqueda de soluciones a problemas cotidianos, no para plantear grandes enunciados que luego se diluyen en el tiempo y de los cuales normalmente no se rinden cuentas".

Daniel Alastuey, secretario general de UGT Aragón, valoró la "inmediatez" con la que Lambán se ha reunido con patronales y sindicatos para relanzar el diálogo social, algo que se había reclamado "durante los últimos cuatro años", y ofreció al presidente su apoyo en la búsqueda de una mejor financiación que permita a Aragón prestar sus servicios y contar con un margen para incidir en el tejido productivo, en especial el industrial. Asimismo, propuso "una ley de participación institucional que permita, esté quien esté tanto en el gobierno como en las organizaciones, mantener ese clima de diálogo social".

Su homólogo en CCOO Aragón, Julián Buey, incidió en la necesidad de que este "no sea una mera fotografía", sino un instrumento útil al servicio de la ciudadanía, y celebró del cambio "significativo" en la metodología, rehuyendo "un gran acuerdo con 100.000 puntos muy difíciles de evaluar".