Teruel estrenará hospital público en el 2022. O al menos estas son las nuevas previsiones con las que trabaja el Gobierno de Aragón que ayer anunció la licitación de los trabajos por más de 103 millones de euros. La infraestructura sanitaria, una de las más demandadas de la provincia, ha sufrido hasta el momento multitud de retrasos y cambios en su concepción. «Nos hubiera gustado hacer las cosas más deprisa», reconoció el consejero de Sanidad de la DGA, Sebastián Celaya.

El departamento avanza que es la inversión «más importante» de la legislatura y si no se producen complicaciones las obras tendrán un plazo de ejecución de 46 meses. El proyecto, que ha tenido que adaptarse al posible riesgo sísmico, está concebido para ahorrar el máximo de energía posible y las obras comenzarán la próxima primavera.

El nuevo hospital de Teruel pretende sustituir al actual Obispo Polanco, con unas instalaciones muy deterioradas. El proyecto plantea un centro de 78 habitaciones dobles (156 camas) más 56 individuales (49 individuales y 7 polivalentes, que pueden usar como dobles o como individuales y que se ubicarán en el Servicio de Obstetricia). En total, son 212 camas que podrán convertirse en 219 si fuera necesario, según el departamento, y a las que también se suman 12 camas de UCI y cinco cunas de neonatos.

El centro contará también con un bloque quirúrgico de ocho quirófanos, un hospital de día quirúrgico con diez puestos, área de urgencias y zona ambulatoria. Además habrá laboratorios en las áreas de anatomía patológica, microbiología y análisis clínico. En total la superficie construida ascenderá hasta los 64.000 metros cuadrados.

El futuro centro sanitario, que busca ser una referencia en la provincia, se levantará en la partida de El Planizar, en las afueras de la ciudad, pero cercano a las conexiones carreteras. Es la misma zona que el anterior Ejecutivo PP-PAR consideraba peligrosa por el riesgo de terremotos, hasta el punto que se tuvieron que cambiar las previsiones iniciales con sus correspondientes indemnizaciones de hasta tres millones de euros a las antiguas concesionarias.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, fue muy duro con esta circunstancia y aseguró que en el historial de este centro «siempre figurarán aquellos que usaron la excusa de un terremoto para retrasarlo».

Desde la DGA defienden que la planificación en las dotaciones del hospital ha tenido en cuenta unas previsiones optimistas sobre la población del entorno, con tendencia decreciente. El sector sanitario cuenta con 74.930 personas, de las que un 12,25% son menores de 14 años y el 23,91% son mayores de 65. Celaya confió en cumplir los plazo a pesar de la «complejidad» del proyecto.