Los equipos directivos de los centros educativos amenazan con una dimisión en bloque como medida de protesta por los recortes que, en muchos casos, ya han sido anunciados desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. En los últimos días, y desde que acabó el curso, la Administración ya se ha puesto en contacto con colegios e institutos para informarles de la reducción del cupo de profesores de cara al próximo curso que, según sostienen los sindicatos, podría dejar a algún centro con hasta seis maestros menos respecto al ejercicio recién finalizado.

La postura de los directores y jefes de estudios fue expuesta ayer en sendos encuentros con las organizaciones sindicales que se llevaron a cabo en Zaragoza y Huesca y que contaron con una notable afluencia --en la capital aragonesa se dieron cita más de 60 directores de 40 centros-- de docentes de ambas provincias. Así, todo quedará definitivamente acordado en una nueva reunión que tendrá lugar el 30 de agosto y en la que ya se tomará una decisión concreta respecto a esa posible dimisión. "Hay mucha gente que defiende esa medida y que apuesta por una dimisión en bloque de los equipos directivos, pero hay que estudiarla", apuntaron desde un sindicato.

OTRAS MEDIDAS Además, en el encuentro se anunciaron "medidas simbólicas" que se tomarían los días 10 y 14 de septiembre --inicio de curso en Primaria y Secundaria, respectivamente, "que indiquen con claridad que el curso no será normal".

Pero fue en Huesca donde la conjura fue aún más poderosa, aunque la postura a adoptar fue muy similar. Así, los docentes prepararán una movilización conjunta con protagonismo de los equipos directivos para mostrar su "desacuerdo" con las medidas adoptadas desde Educación. "Contrariamente a lo que promueve la consejera, creemos que la calidad de la escuela pública se fundamenta en el esfuerzo compartido y coordinado de toda la comunidad educativa, y no en el liderazgo de los equipos directivos --la consejería les ha rebajado las horas lectivas--", expusieron los directivos en un comunicado, en el que, aunque se asume la necesidad de políticas de contención de gasto, se advierte que "no compartimos que ese recorte deba afectar a necesidades básicas de la sociedad, como es la educación pública" porque "los equipos directivos no somos cómplices de las decisiones de la Administración y nos oponemos a todas las medidas que se están tomando y que suponen un grave deterioro de la calidad de la enseñanza pública".

Entre las medidas censuradas figuran "el aumento del número de alumnos por aula, la reducción de horas de atención individualizada, la imposibilidad de llevar a cabo programas y proyectos diversos o de cubrir sustituciones o la rebaja del número de docentes de los centros". Por ello, los directivos anunciaron su "dimisión en bloque" si la Administración "no acepta unas condiciones mínimas que posibiliten una organización de calidad en los centros".

Asimismo, también anunciaron la convocatoria extraordinaria de los Consejos Escolares "para informar de la situación real y sensibilizar a la comunidad educativa sobre las consecuencias de los recortes" e "informar a las AMPAS de los centros para plantear actuaciones conjuntas".