Dirigentes europeos criticaron ayer la violencia policial contra los votantes en el referéndum de Cataluña y pidieron diálogo. El primer jefe de Gobierno de la UE en reaccionar ayer fue el belga Charles Michel. «La violencia no puede ser jamás la respuesta. Condenamos todas las formas de violencia y reafirmamos nuestro llamamiento al diálogo», dijo. Hasta ahora el Ejecutivo belga, que lideran los liberales francófonos en coalición con los nacionalistas de Flandes, había optado por mantenerse al margen del debate. Pero la actuación policial no les ha dejado indiferente. Ni a él ni a otras fuerzas políticas. «La violencia no tiene cabida en un proceso democrático», añadió el viceprimer ministro belga, el nacionalista flamenco Jan Jambon.

El alcalde de Amberes, Bart de Wever, fue más lejos. «No hay lugar en Europa para responsables políticos que recurren a la violencia. Aquellos que continúan rechazando una mediación internacional niegan la democracia», advirtió. El presidente del Partido Socialista, Elio Di Rupo, puso el dedo en la llaga: «Sea cual sea nuestra opinión sobre el referéndum catalán nada justifica tal violencia en el corazón mismo de la Unión Europea».

En Francia, ni el presidente Emmanuel Macron ni el Gobierno reaccionaron a la violenta jornada, pero en el país vecino se ve con preocupación el duro pulso que mantienen Madrid y Barcelona. El presidente de la Asamblea Nacional, François de Rugy, miembro del partido de Macron, admitió que «es un poco triste ver que en el corazón de la Unión Europea, uno de los miembros más importantes no logra encontrar una vía democrática».

«CAMISA DE FUERZA» / «El Estado español ha perdido su sangre fría. La nación no puede ser una camisa de fuerza», escribió en Twitter la principal cara visible de la oposición y líder de la izquierdista Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. También se expresó el ex candidato socialista a la presidencia francesa, Benoît Hamon, que condenó la dura actuación policial.

En Alemania, el expresidente del Parlamento Europeo y líder de los socialdemócratas, Martin Schulz, calificó de «preocupante» la ocurrido en Barcelona y pidió un «diálogo inmediato» entre el Gobierno de Madrid y la Generalitat.

En términos similares se pronunciaron los actuales copresidentes del Grupo de los Verdes en la Eurocámara, Ska Keller y Philip Lamberts. «Este es un problema político y necesita ser resuelto políticamente, no por la fuerza policial», afirmaron, al tiempo que pidieron a la Comisión Europea que medie en el conflicto. «Condeno lo ocurrido y pido una solución negociada», señaló el líder del Grupo liberal del Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, así como el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Linas Linkevicius.

En el Reino Unido, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, expresó su «preocupación». «Este referéndum, tal como yo lo entiendo, no es constitucional, por lo que es necesario un equilibrio», añadió. El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, condenó la «violencia policial», que calificó de «escandalosa».

UN CAMBIO DE RUMBO / Por su parte, la ministra principal de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, dijo que «todos deberíamos condenar estas escenas» de violencia y pidió que «España cambie de rumbo antes de que alguien resulte gravemente herido. Dejen a la gente votar», afirmó.

Los observadores internacionales que supervisaron en el día de ayer la consulta censuraron «el uso de la fuerza». «Utilizar a la policía contra unas elecciones democráticas no debería de estar tolerado en Europa», dijo por su parte el diputado danés Lars Aslan Rasmussen.