Llegó al poder con un voto tramposo y su permanencia en el Pignatelli fue para olvidar. Salpicado por los escándalos, la vida política aragonesa se enturbió hasta niveles desconocidos. Tal fue el grado de crisis política y social que el PSOE le abrió expediente y le forzó a dejar la Presidencia. Ni acabó la legislatura.