Dos miembros de un piquete fueron detenidos por la Policía Nacional en el interior del campus, en la plaza San Francisco, al que accedieron a demanda del propio rector, Manuel López, que requirió su presencia tras ser víctima de zarandeos, empujones e insultos por parte del piquete, que también solicitó su dimisión. Asimismo, el grupo trataba de impedir el acceso al campus de personal y alumnado.

Todo sucedió a primera hora de la mañana. Los piquetes formados en el campus se posicionaron para evitar el acceso a las facultades, pero la tensión se desencadenó en Derecho, donde varios individuos --encapuchados, según la universidad-- amedrentaron y empujaron a miembros de la comunidad universitaria que pretendían acudir a clase. Posteriormente llegó el incidente con el rector --que no presentó denuncia-- y la entrada al campus de alrededor de quince efectivos antidisturbios, que procedieron a la detención de dos jóvenes por un presunto delito de desobediencia y resistencia.

Según fuentes policiales, los dos detenidos se resistieron, presuntamente, a ser identificados por los agentes por lo que fueron conducidos bajo arresto a dependencias policiales --en la Jefatura Superior de Policía-- para proceder a su identificación.

EN LIBERTAD CON CARGOS Justo antes de la manifestación vespertina, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza ordenó la puesta en libertad con cargos de los dos jóvenes --uno de ellos miembro de las Juventudes Comunistas de Aragón--. La instructora imputó a cada uno de ellos presuntos delitos de resistencia, desobediencia y atentado contra agentes de la autoridad.

Las detenciones habían sido criticadas por el Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón y el sindicato estudiantil Seira, quienes solicitaron la dimisión del equipo rectoral de la Universidad de Zaragoza por su responsabilidad en los hechos.

Con este antecedente era previsible que la manifestación, inicialmente pacífica, cambiara su curso. Y así fue. Tras más de una hora y media de espera en el punto de inicio de la marcha y otros incidentes a las puertas de la Facultad de Medicina, las opiniones sobre qué hacer y a dónde ir comenzaron a cruzarse entre gritos y lemas en contra de la ley Wert. Unos proponían ir a comisaría para exigir la puesta en libertad de los detenidos, algunos querían ir a la sede del Gobierno, en el edificio Pignatelli y otros se dirigieron a la sede de Educación.

El momento más tenso de la marcha se vivió en el cruce entre la avenida Valencia y Corona de Aragón cuando un grupo, al principio numeroso y después de unas 30 personas, se encaró con la Policía Nacional.

Primero fueron los gritos y los insultos de los huelguistas y, después, un grupo de jóvenes trató de saltarse la barrera policial. No lo lograron ni a la primera ni a la segunda. Y a la tercera tampoco, pero de los empujones iniciales se pasó a la carga. Apenas fueron 30 segundos, suficientes para disuadir a gran parte de la masa de estudiantes que se encontraba en aquel punto. A las 2 de la tarde la circulación quedó restablecida.