La teniente de alcalde de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Dueso, se desmarcó ayer haciendo "un llamamiento" generalizado a los usuarios del bus para que denuncien "el bus, la hora y la parada" en la que se produzcan episodios en los que el conductor les comunique que no puede bajar la rampa de acceso que algunos vehículos tienen para facilitar el acceso de personas discapacitadas. Una incidencia que, en la mayoría de caso, se achaca a una avería y en los que podría no ser ese el verdadero motivo.

Es lo que se sospecha después de analizar los informes técnicos sobre las averías que se producen en la flota de autobuses. Según explicó Dueso, son "un total de 198" los vehículos que la tienen y que "son 92" los problemas que se han detectado en su funcionamiento. Estos se han dado en 70 de esos buses y que en 17 ocasiones se trataba de reincidencias. Es lo que figura en los partes que proporciona la propia concesionaria. Pero hay más, ya que la teniente de alcalde explicó que el ayuntamiento también realiza su propio control y a través de las "452 inspecciones" que se han realizado entre febrero y octubre de este año han sido "un total de 24" las averías que se han descubierto.

Así respondió a las quejas que ayer puso de relieve el concejal Sebastián Contín, del PP, quien dejó entrever que la concesionaria, al cobrar por kilómetros recorridos, quizá no despliegue la rampa "para no perder tiempo y poder ir más rápido". Por eso Dueso insistió en este llamamiento, porque "no siempre el problema es de la rampa" y facilitarla al usuario es una "obligación" de la empresa, sobre todo porque va dirigido a un colectivo con problemas de accesibilidad.