José Antonio Escudero (Barbastro, 1936) recogió ayer el Premio Aragón 2015 que concede el Ejecutivo autonómico. El historiador y presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación empezó su discurso con varias referencias al Quijote precisamente para retrotraerse a la importancia de Aragón a lo largo de los siglos. Habló del amor por su tierra, que él vive desde Madrid, donde reside. Recordó su infancia y adolescencia por la calles de Barbastro, donde se configuró como persona, y se declaró fiel a sus orígenes como necesidad imperiosa para serlo también a uno mismo.

El premiado agradeció el galardón, que achacó a un acto de generosidad de las instituciones aragonesas. En un discurso eminentemente emotivo, dijo que "el amor a la tierra no dista mucho del amor a las personas", porque "cuando lo que se quiere esta cerca uno ama con cierta delectación, pero cuando se está lejos se espiritualiza, como cualquier amor difícil que carece de compensaciones, disfrutes y contrapartidas", admitió en referencia su relación con Aragón.