El cierre presupuestario ordenado por Bruselas en las cuentas aragonesas no supondrá "incumplimientos" a pesar de lo llamativo de la medida. Esta es la opinión defendida ayer por el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, tras insistir en que el mes de agosto --cuando se aplicó la medida coercitiva-- ya garantiza una ejecución del gasto del 97% y del 100% en el capítulo de ingresos.

El portavoz de Podemos en cuestiones económicas, Héctor Vicente, alertó en el pleno sobre el lastre que puede suponer la medida en los próximos ejercicios. "Una medida de este tipo les sitúa dentro de las políticas de austeridad que se han practicado en España", acusó. También indicó que no ejecutar el presupuesto completo "equivale a recortes".

GASTO SOCIAL Por su parte, Gimeno defendió que se cumplirán las ratios de deuda marcadas por el Ministerio de Hacienda y reconoció que la medida se ha tomado por exigencias externas. "Si no tenemos financiación y nos financia la Unión Europea no les podemos decir que no pagamos, no es uno cuestión de voluntad o valentía", se defendió el consejero.

El Gobierno de Aragón explico en su día que la medida no pone en riesgo ni el gasto social ni el pago de las nóminas o el funcionamiento ordinario de los servicios. "Hemos seguido todas las cautelas posibles para evitar mayores condicionamientos o poner en riesgo los servicios", indicó Gimeno.