El tornado que barrió en la madrugada del pasado viernes la comarca de Cinco Villas arrasó entre 6.000 y 9.000 hectáreas de cultivos, según indicaron distintas fuentes a tenor de los primeros cálculos realizados. El vendaval, que alcanzó los 100 kilómetros por hora, derribó 25 torres de electricidad y causó daños por valor de 10 millones de euros en el parque fotovoltaico de Santa María, en Sádaba, según las primeras estimaciones.

"La franja de tierra entre Pinsoro y Biota por la que pasó la tormenta ha sufrido daños muy importantes", señaló ayer Jorge Valero, del sindicato agrario Araga. "Muchas explotaciones van a tener problemas de viabilidad porque, dada la carestía de los seguros agrarios, carecen de cobertura", añadió.

De hecho, los afectados, que todavía desconocen el alcance económico de las pérdidas, solicitan ya que las instituciones faciliten ayudas, incluso en forma de créditos blandos, para hacer frente a una campaña que se ha malogrado.

Los términos más castigados por los vientos huracanados que soplaron al amanecer del día 4 de octubre fueron Biota y la pedanía de Pinsoro, perteneciente a Ejea.

Los peritos de las compañías de seguros visitaron ayer la zona afectada para hacer una primera tasación de los destrozos. Al mismo tiempo, tanto en Ejea de los Caballeros como en Biota se han abierto oficinas para que los perjudicados presenten partes con los daños sufridos en sus propiedades.

"Solo en Biota, el tornado destruyó 700 hectáreas de maizales y los daños causados superan el millón de euros", manifestó ayer Mariano Abad, alcalde de la localidad. "Se puede decir que las cosechas de pimientos y la que había pendiente de uva se han perdido en un cien por cien".

El director general de Conservación del Medio Natural de la DGA, Pablo Munilla, visitó ayer la zona, al igual que Javier Lambán, alcalde de Ejea y secretario general de los socialistas aragoneses. Asimismo, la Diputación de Zaragoza envió a sus operarios a las Cinco Villas para que evaluaran los daños y ayudaran en la reconstrucción.

Los lugares que atravesó el tornado presentan un aspecto desolador. Muchas naves agrícolas y ganaderas están sin tejado e incluso sin paredes, dado que el viento aventó las placas de uralita y derribó los muros. En otros sitios, el temporal estropeó las herramientas y dispersó las cosechas guardadas en los almacenes, "con lo que el efecto de la tormenta es mucho mayor de lo que parece", señaló Beatriz Gasque, concejala de Pueblos de Ejea de los Caballeros.

Además, en La Jacetania se han perdido unas 100 hectáreas de pasto, un cultivo que también se ha visto perjudicado en el Alto Gállego, según Efe.

Pero los efectos de las tormentas no se dejaron sentir solo en la agricultura y la ganadería. Un total de 25 postes de media y alta tensión fueron derribados o doblados por el viento cerca de Sádaba y ayer operarios de Endesa desplazados a la zona trataban de poner en servicio de nuevo las líneas eléctricas castigadas por el tornado.

Mientras tanto, en el parque fotovoltaico de Sádaba, uno de los más potentes y modernos de Aragón, indicaron ayer que los daños causados a los seguidores solares suponen en torno a 10 millones de euros. De un total de 150 paneles, la tormenta causó daños de mayor o menor envergadura en un centenar de ellos, según arrojó una primera evaluación.