El 2014 fue un año en blanco para la eólica en Aragón. Por primera vez desde 1995, cuando se instalaron los primeros aerogeneradores en España --precisamente en Zaragoza--, la comunidad no sumó ni un solo megavatios (MW) de potencia de esta tecnología durante el pasado ejercicio. Y a este paso ocurrirá lo mismo en el 2015 y, posiblemente, en el 2016. Un declive que el sector achaca a la reforma energética del Gobierno.

La parálisis fue también casi total en el conjunto de España, que ha pasado de ser líder europeo del sector a situarse en el furgón de cola. El país se desplomó en la clasificación de potencia eólica nueva instalada en el 2014, con apenas 27,5 megavatios (MW), "el menor crecimiento en 20 años", según denuncia la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Solo Bulgaria, la República Checa, Lituania y Estonia, están por debajo. En cambio, Alemania y el Reino Unido acumulan casi el 60% de los nuevos aerogeneradores de Europa.

La patronal del sector asegura que los cambios regulatorios han provocado que "más de la mitad de los parques eólicos no cubran los costes marginales de generación" y todos los construidos antes del 2004, que suman más de 6.000 MW y son más de 300 parques, se queden sin un incentivo a la producción. Esta medida ha dañado especialmente a Aragón, donde se han quedado sin prima el 75% de las instalaciones --1.400 MW-- por tener más de 10 años de antigüedad.

QUINTO PUESTO

El último aerogenerador conectado en la comunidad está en Borja (Boyal II), que entró en servicio en el 2013. Aragón cuenta hoy con 1.890 MW de potencia instalada y, aunque no sumó ningún nuevo proyecto en el 2014, sigue siendo la quinta comunidad donde más peso tiene está industria. Los líderes son Castilla y León (5.560), Castilla-La Mancha (3.806) y Galicia (3.337).

El parón eólico se ha dejado de sentir en el empleo. En Aragón, se ha perdido en torno al 50% del empleo vinculado a esta actividad desde el 2008, cuando empezaron la primeras reformas, entonces del Gobierno socialista, según la asociación AEE. El último golpe se ha dado con el cierre este año de la fábrica de aerogeneradores de Tauste, propiedad de Gamesa, que llegó a emplear a más de medio centenar de trabajadores.

A nivel operativo, la pérdida de empleos en los servicios de mantenimiento de las instalaciones ha sido muy notable debido al recorte de la retribución al sector. "El personal se ha rebajado al mínimo, el sector está cogido con alfileres", apunta Javier Arias, presidente de la Asociación Eólica de Aragón.

La esperanza del sector está puesta en la planificación energética nacional 2015-2020, que el Gobierno espera tener lista en un año. La aprobación de nuevos parques eólicos será por subasta competitiva, de manera que se primarán las ubicaciones en cuanto a recurso eólico y evacuación a la red, algo que favorece a Aragón.