En un año sin gran incidencia de incendios forestales, los episodios más laboriosos y espectaculares han tenido lugar en almacenes agrícolas. Los dos más relevantes ocurrieron en Huesca y en las Cinco Villas zaragozanas, concentrados en las últimas semanas. Así, el primero se declaró el pasado 31 de julio, por la noche, en un almacén de paja de reciente construcción ubicado en la carretera de Apiés de la capital oscense. La instalación, la más grande de este tipo de la provincia, cobijaba miles de pacas que, por causas que aún se están investigando, ardieron provocando grandes llamaradas que se vieron por toda la ciudad. La nave acabó destruída

El segundo incendio se desató el pasado día 8 de este mes en una nave de la Cooperativa Agrícola Virgen de la Oliva en Bardenas, pedanía de Ejea, en la que ardieron 2.500 toneladas de alfalfa. El fuego devoró las más de 3.300 pacas de unos 750 kilos cada una, parte de la cual estaba preparada para su exportación a países como Italia o Arabia Saudí. Los daños se estimaron en unos 800.000 euros ya que, como en el anterior, las llamas acabaron por derribar la estructura del almacén.

Este tipo de incendios son especialmente aparatosos, no solo por las llamaradas que generan, y la consiguiente alarma, sino porque el material continúa ardiendo durante días, lo que obliga a los bomberos a controlar y refrescar la zona para evitar que se reaviven.