El recibo del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) pasará a engrosar este año el listado de tributos que alimentan la presión fiscal a los hogares de Zaragoza. Un gravamen basado en el peaje por contaminar y no por depurar que otros municipios llevan años pagando en base al plan de depuración de Aragón que está en su momento más crítico. Cuestionado políticamente, pronto será protagonista en la comisión de investigación acordada iniciar en las Cortes. Aunque para entonces ya estará en marcha la maquinaria administrativa para girar en otoño los primeros recibos.

1. 45 euros por hogar y el 70% de descuento

El Gobierno de Aragón aprobó el año pasado aplicar este impuesto en Zaragoza pero ofreciendo, a propuesta de CHA, una bonificación del 70% en el primer año (2016) y del 60% en el segundo (2017). Salió adelante dentro de las negociaciones de la ponencia de la ley de acompañamiento del presupuesto con los votos del PP, PSOE, PAR y Ciudadanos (C’s). Solo Podemos e IU se opusieron y solicitaban elevar el descuento al 99%, reportando por la vía de la bonificación la práctica exención que exigían para Zaragoza por el hecho de haberse construido y financiado su propia depuradora y estar pagando por su mantenimiento. Sin embargo, eran minoría y acabó siendo de obligación legal para el municipio y hoy, con los datos fiscales facilitados por el ayuntamiento se da luz verde a tramitar unos recibos que, según la DGA, ascenderá «de 42 a 45 euros por hogar» de promedio. Eso correspondiente al primer ejercicio. El del 2017, que aún no se sabe cuándo se emitirá, subirá a 60 euros. Y cuando se agoten las bonificaciones, a 150.

2. Cobro cuatrimestral a cargo de la DGA

El funcionamiento de este impuesto, cuando esté normalizado, se traducirá en un recibo cada cuatro meses para los zaragozanos. Esto significará que cada hogar abonará unos 50 euros en tres pagos anuales para hacer frente a este impuesto. Una obligación que se mantendrá en paralelo a la tasa que el ayuntamiento también recauda a través de la sociedad Ecociudad.

3. Pagar y luego recurrir es la última opción

El presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), José Ángel Oliván, anunció la que será la última oportunidad para los zaragozanos de evitar el pago del ICA. Aseguró que la suya y el resto de asociaciones prepararán el asesoramiento necesario para plantear en los tribunales el recurso al pago de un impuesto que, con independencia de que tenga o no éxito, habrá que abonar previamente para no incurrir en penalizaciones por el impago, en forma de recargos. «Estamos preparando una avalancha de recursos contra este impuesto», explicó, al tiempo que agradeció a Zaragoza que no haya negociado las contraprestaciones a recibir por permitir el cobro.

4. Inversión futura y la duplicidad de pago

El cobro del ICA en Zaragoza abrirá a corto plazo otro debate en paralelo: cuestiona la conveniencia de que el ayuntamiento recaude por el saneamiento 30 millones de euros a través de Ecociudad. Su abono es necesario para afrontar las inversiones en mantenimiento y renovación de infraestructuras si la DGA no retorna parte de lo que obtenga con el ICA.