El presidente de los pueblos afectados por las riadas, Luis Eduardo Moncín, que es a su vez alcalde de Pradilla, mostró ayer en las jornadas el decálogo de las peticiones que la Ribera Alta y la Ribera Baja del Ebro llevan años reivindicando, uno de cuyos puntos principales es la limpieza y mantenimiento de los cauces de los ríos. El representante de los perjudicados reconoció no obstante que las actuaciones realizadas por la CHE han sido "positivas". Sin embargo, tuvo palabras duras para el Actur, un barrio del que dijo que su protección ha generado inundaciones aguas arriba, en los pueblos ribereños. Además, Moncín pidió modificaciones de la legislación medioambiental.