El Gobierno decidió ayer mantener el nivel 4 de alerta antiterrorista, dentro de una escala de 5, tras la evaluación y propuesta que los expertos policiales realizaron en el encuentro de la mesa de valoración de la amenaza terrorista en España, reunida a raíz de la masacre en Niza.

«Existe un riesgo elevado de comisión de atentado terrorista», dijo el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Pero no lo suficientemente alto como para llegar a nivel 5, una situación pensada «para un escenario en el que es previsible un atentado inminente». «No hay ninguna circunstancia que lleve a pensar» que ahora mismo exista ese peligro, señaló el ministro, apelando al «juicio unánime» de los expertos. Junto a Fernández Díaz, forman parte del organismo que valora los niveles de alerta antiterrorista el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, y representantes de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

El nivel 4 de alerta será reforzado con controles policiales en las infraestructuras de transporte, en especial en los aeropuertos, y se ordenará una «especial atención a los lugares de afluencia masiva de personas y a las zonas turísticas», continuó Fernández Díaz, quien también mantuvo un encuentro con los representantes políticos en el marco del Pacto Antiyihadista. Todos alabaron «la unidad» frente a la lacra terrorista y subrayaron que la existencia de un Gobierno en funciones, y no con plenas capacidades, no afecta a la «seguridad de los españoles».

Al mismo tiempo, se decidió mantener, hasta una fecha aún por determinar, los controles policiales en fronteras que se pusieron en marcha en mayo, con motivo de la Eurocopa de fútbol y del Tour de Francia, y que inicialmente iban a finalizar el 26 de julio.

Las cúpulas de Interior de Alemania, España e Italia, países colindantes con Francia, decidieron reforzar sus controles fronterizos, tanto aeroportuarios como terrestres con el país vecino. En los pasos fronterizos en el Pirineo la presencia policial era patente ayer.

Los agentes de la policía española controlaban los vehículos y pedían aleatoriamente a sus ocupantes la documentación, al tiempo que registraban sus maleteros. Eran controles no fijos y se iban alternando a lo largo de las carreteras.