Las estaciones de esquí del Pirineo oscense tienen todo listo para abrir sus pistas a los aficionados "cuanto antes". Así lo manifestó ayer Andrés Pita, director comercial de Astún, un centro invernal que, al igual que el resto de los situados al norte de Aragón, ha recibido este fin de semana copiosas nevadas que han llegado a dejar, en algunos puntos, una capa de 10 centímetros de espesor.

De momento, no es suficiente para empezar. Pero el anuncio de que, a mediados de esta semana, volverá a llegar un frente frío que dejará más precipitaciones de nieve induce al optimismo. Nadie se atreve a decirlo abiertamente, pero, si se confirman las previsiones, algunas estaciones podrían abrir el último fin de semana de noviembre.

Todo un récord para un territorio donde, hasta hace poco, se consideraba un éxito poder inaugurar la campaña coincidiendo con el puente de la Constitución.

Las nevadas del pasado fin de semana empezaron bien, pero pronto se torció el tiempo con la llegada de fuertes vientos que aventaron la nieve y la depositaron desordenadamente en las laderas de las pistas, según explicó un portavoz de Candanchú.

"Ahora empieza un meticuloso trabajo de reparto homogéneo de la materia prima", señaló una fuente del Grupo Aramón. "Hay que sacar la nieve de las oquedades y de los barrancos y llevarla a los sitios donde más falta hace", explicó.

De momento, en todos los centros de invierno de Huesca (en Teruel no ha nevado todavía) los cañones de innivación "trabajan a tope", según indicaron en Aramón.

"El problema ha sido el viento", manifestaron en Formigal. "Estamos contentos por tanta nieve como ha caído y ojalá pudiéramos abrir el próximo fin de semana", declararon.

FRÍO COLABORADOR

Hay un factor que ayuda a mantener el optimismo. "La temperatura se va a mantener muy baja", señaló el director comercial de Astún. "Y eso es imprescindible para que se conserve la nieve que ha caído y para que cuaje la que producen los cañones", agregó.

Además, para atraer a más esquiadores, las estaciones cuentan con una serie de novedades. Aramón las presentará mañana en Madrid, pero ya se sabe que todas las estaciones del grupo ofrecerán a los esquiadores nuevas instalaciones sanitarias para atender de inmediato in situ todas las incidencias que puedan producirse durante la práctica del esquí.

Por otro lado, Astún ha adquirido una máquina para pisar la nieve de las pistas y ha cubierto la cinta transportadora.

En el caso de Candanchú, la estación que ha tenido más problemas económicos, la novedad es de orden financiero. Un grupo inversor aragonés, Ibernieve, ha mostrado interés por la adquisición de más del 50% de las acciones de Etuksa, la compañía que regenta el centro invernal del valle del Aragón, que se encuentra en situación de administración concursal para hacer frente a la pesada deuda que lastra su desarrollo. Una situación a la que se tratará de hacer frente mediante el proyecto de unión de las estaciones del valle del Aragón y el de Tena.