"Todos los avances que se han producido en esta comunidad llevan nuestro sello. Somos el partido más importante de Aragón". Marcelino Iglesias, como secretario general saliente, hizo balance de su gestión al frente de los socialistas. Lo hizo sin autocomplacencias, sin caer en la nostalgia y asumiendo como propios los errores que han cometido desde 1999.

Entre sus logros destacó haber puesto fin a la sangría de la despoblación, sobre todo en la provincia de Teruel, la celebración con "éxito" de la Expo del 2008 y el impulso a las políticas sociales en la comunidad autónoma. Iglesias no entró en más cuestiones concretas. Fue un discurso liviano, que pasó a vuelapluma por su gestión. Aprovechó para destacar la necesidad de seguir defendiendo el estado del bienestar.

El ahora senador autonómico defendió su proceso de sucesión en la persona de Eva Almunia y achacó la derrota electoral sufrida en el 2011 a las consecuencias de la crisis económica. "Fue una campaña imposible", admitió. Volvió a insistir en que el momento elegido para dar un paso atrás era el idóneo: "Estábamos a muchos puntos del PP y pensaba que la operación iba a salir bien. Teníamos todas las opciones para ganar, pero luego todo cambió", admitió.

De puertas para adentro, Marcelino Iglesias agradeció el apoyo recibido por todo el partido en sus años de secretario general. "Estoy orgulloso de nuestra ejecutiva. Cuando llegamos esta comunidad autónoma estaba marcada por la inestabilidad, parecía ingobernable. Nosotros logramos cambiar eso".

Dijo dejar un partido "cohesionado, unido y responsable". También tuvo palabras para su sucesor, Javier Lambán. "Hemos trabajado juntos desde siempre. Desde este momento cuentas con mi lealtad. Estoy a tu disposición". Y al resto delegados les pidió que tuvieran con el nuevo secretario general la misma "lealtad" que habían tenido con él durante su gestión. "Cuando vamos juntos hemos demostrado que somos imbatibles".