La experiencia del 'coaching'

Tras cinco años como administrativa en una empresa del sector del metal, la zaragozana Estela Mansilla acabó en el paro en el 2009, en plena crisis económica. "Me encontraba encasillada: no sabía qué hacer, a dónde dirigirme...", recuerda. Tras sondear diferentes alternativas para mejorar su empleabilidad, decidió recurrir a la coach Laura Ramos. "Estaba oxidada y un poco pérdida y gracias a estas sesiones conseguí redirigir mi vida profesional", asegura. De esta manera, se decantó por trabajar como comercial, algo que hace desde el 2010. "Es un empleo que sí me llena, el de antes no", señala Estela, que atribuye este cambio al coaching. "Me ha ayudado a hacerme valer, a confiar en mis posibilidades, y a darme cuenta de que te tiene que gustar lo que haces en tu trabajo para ser feliz", concluye.

JESSICA MATEO, 34 AÑOS: "Me guió para montar un proyecto de negocio"

El caso de Jessica Mateo se ajusta más al de un trabajador víctima de la precariedad, de las constantes entradas y salidas del mercado laboral, que necesita buscar la estabilidad profesional que no ha logrado. "He tenido muchos trabajos pero nada estable", sintetiza esta joven de 34 años. Como telón de fondo de esas experiencias efímeras, Jessica empezó a dar vueltas a un proyecto de negocio de productos ecológicos que fue creciendo y madurando a medida que saltaba de contrato en contrato. Empezó a moverse y se enteró de la posibilidad de asistir a una entrevista con un coach. "Me guió en la dirección para montar un proyecto de negocio. Salí muy bien, como si estuviera flotando después de verme en un espejo para darte cuenta de tus potencialidades". Tras el coach ve más cerca su negocio.

JORGE GUTIÉRREZ, 33 AÑOS: "Hay que desaprender y aprender a ser útiles"

Jorge Gutiérrez trabaja como coach y ayuda a desempleados, entre otros colectivos, a maximizar sus opciones para retornar al mercado laboral. Es socio de la empresa zaragozana Gutiérrez Comunicación, especializada en redes sociales y coaching, una "metodología que ayuda a generar confianza". "Quien está en el desempleo tiende a pensar que no vale nada, es el mal del parado. Lo primero que hay que asumir es que un trabajo no dice cuánto vales, sino tú como persona", sostiene este psicólogo, que también ha impartido cursos de emprendimiento joven y de fomento el autoempleo como salida del paro a través del Instituto Aragonés de Fomento (IAF). "Tenemos que desaprender, desarrollarnos y volver a aprender, para no volver a olvidar, que somos útiles", recomienda a sus alumnos.