Un informe de la fundación Bofill insta a las administraciones a revisar la financiación de los institutos y a reorientar la formación de los profesores como herramientas destinadas a luchar contra el abandono escolar.

El 18,3% de los alumnos aragoneses no completa la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), un porcentaje prácticamente idéntico al de la media estatal (18,2%).

En todo caso, el volumen de estudiantes que no acaba esta etapa educativa en España continúa bajando después de alcanzar, en el 2008, su pico más alto (31,7%), por lo que España se acerca a su objetivo para la Europa 2020 del 15%».

Sin embargo, Aragón se mantiene demasiado lejos del registro de las comunidades con menos índice de abandono -País Vasco (7,4%), Cantabria (8,9%) y Madrid (12,6%).

El estudio insta a abordar con urgencia una reforma de la ESO aunque centraliza su análisis en Cataluña (18,9%), y expone que el fracaso castiga de forma particular a los estudiantes procedentes de las clases sociales más bajas, sobre todo inmigrantes, por lo que «se hace necesario combatir la segregación escolar, los institutos-gueto en los que se concentran esos alumnos, para poner fin al abandono prematuro», indica el informe.

También se recomienda «proteger a los centros educativos que concentran más complejidad social», así como una ESO que se aleje radicalmente de las reválidas, de la FP básica y del resto de medidas de expulsión que plantea la LOMCE.