La ley antitabaco en España ha resultado ser muy efectiva en la reducción a la exposición del humo del tabaco especialmente en el lugar de trabajo y en aquellos espacios de ocio y de hostelería sin humo. Después de dos años, España ha pasado del puesto número 26 al 12 sobre un ránking de 30 países en políticas de control del tabaco. Sin embargo, para conseguir una eficacia total, expertos nacionales en tabaquismo proponen endurecer la ley, lo que supondría básicamente prohibir fumar de forma total en todos los locales de hostelería y de ocio. "Sería la solución más fácil, clara y saludable", coincidieron varios expertos nacionales en tabaquismo reunidos en un seminario en Zaragoza.

El debate, por tanto, se centra ahora en cómo resolver el fracaso de la normativa en el sector de hostelería, originado según los expertos por la ambigüedad en la redacción de la propia ley --permitiendo fumar a unos y a otros no--, y provocando además la correspondiente discriminación en el colectivo de trabajadores de la hostelería. De hecho, ya hay empleados que se plantean si esta ley es anticonstitucional por proteger solo la salud de una parte de los españoles.

Sin duda estas cuestiones han sido las que mayor debate han suscitado en el seminario Dos años de Ley del tabaquismo: éxitos y retos para el futuro, celebrado en la capital aragonesa y organizado por la Dirección General de Salud Pública de la DGA y la Fundación Salud, Innovación y Sociedad. "El principal problema que evidencian los empresarios de hostelería es la pérdida de clientes en aquellos lugares en los que se prohíbe fumar. Y lo único que reclaman es que se trate a todos por igual: o que se permita o que se prohíba en todos. De esta manera no hay opción a que unos pierdan y otros no", señaló a este diario Armando Peruga, coordinador del Departamento de Control de Tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Precisamente, el sector hostelero es el grupo de población que se muestra más crítico con esta ley, del total de los cinco analizados en un estudio realizado por la Fundación Salud, Innovación y Sociedad. "Se trata de un estudio cualitativo, para conocer las actitudes y conductas de la sociedad española sobre esta normativa a grupos de población diferentes, fumadores, no fumadores y con estatus laboral, cultural y económico diferentes", destacó Joan Artells i Herrero, director de dicha fundación. Los grupos estudiados son: jóvenes y adolescentes, profesionales ejemplares, trabajadores de hostelería, de oficina y los de cuello azul. "Los de hostelería además de ser los más críticos con la ley, presentan posiciones más polarizadas. Por un lado, están los partidarios de prohibir fumar en todos los locales, y por otro, hay un grupo que prefiere no arriesgarse a perder clientes. Además, crece el sentimiento de discriminación entre los empleados, que no se sienten protegidos en su salud", reconoció Artells i Herrero. Las opiniones del resto de los grupos varían desde los jóvenes que perciben que es una ley que no va con ellos, a los profesionales ejemplares, que se sienten decepcionados porque esperaban más sanciones ante los incumplimientos; los de cuello azul, más tolerantes y que piden ayudas de deshabituación para los fumadores, y los de oficina, que tienen una valoración muy positiva porque han visto desaparecer el humo de su lugar de trabajo.