El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) parece haber decidido solucionar de un plumazo los conflictos que tiene abiertos con las multinacionales de la publicidad desde hace tiempo. Al problema que afronta con Clear Channel en el servicio Bizi se suma en los últimos meses otro que acumula varios años de tensión, en la actual y la anterior legislatura. Se trata de la comercialización de los soportes publicitarios de la ciudad, que explota la firma francesa JCDecaux a pesar de que el contrato lleva caducado desde septiembre del 2013, y que tres años y medio después volverá a salir a concurso público. Un nuevo contrato del que pocos detalles han trascendido (se están elaborando los pliegos), pero que se licitará el próximo mes de marzo y con una duración de diez años.

No es algo casual, ya que tras ella está la intención del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) de hacer coincidir la fecha con la hipotética finalización del nuevo contrato del servicio Bizi con Clear Channel. Esta se pretende fijar en el 2027 si se ejecuta la modificación contractual que se está negociando desde hace siete meses con ella y que permitirá ampliar la red de la bicicleta pública a todos los distritos.

El objetivo que se marcan los responsables del área de Servicios Públicos --y de Movilidad--, según ha podido saber este diario, es el de poder sacar a licitación el nuevo contrato para la explotación de las marquesinas, mupis y el resto del mobiliario urbano el próximo mes de marzo. O, si no da tiempo, en la primavera de este año. Así, se podría adjudicar a lo largo de este 2017 y dar solución a una concesión por la que el consistorio solo percibe una cosa: el mantenimiento de dicho mobiliario.

JCDecaux notificó en el 2013, cuando vencía el contrato, que no quería prorrogarlo. La crisis del sector de la publicidad descuadró sus cuentas y ya no le daba para abonar los 1,4 millones fijados como canon anual en la concesión. Y nunca más lo pagó. El compás de espera le ha ahorrado ya más de 4 millones.