En un discurso de alta intensidad emocional, mucho menos estructurado de lo que suelen ser los suyos, la parte que el auditorio socialista más aplaudió ayer a Alfredo Pérez Rubalcaba fue su compromiso de que piensa seguir estando presente en el PSOE. "Abandono la primera línea de la política, pero nunca abandonaré mi compromiso político. Y nunca es nunca. El PSOE será mi partido hasta el final de mis días. ¡Hasta el final de mis días! Seguiré siendo un miembro activo del PSOE toda mi vida", explicó el exsecretario general socialista, quien también bromeó con el hecho de que, ahora que piensa volver a impartir clases de Química en la facultad, tras tantos años apartado de las aulas, sus alumnos lo vean como un "político metido a profesor". Si sucediera eso, explicó, "tendría narices".