Podría decirse que el alzhéimer genera una espiral devastadora en aquellas familias a las que toca. Y una espiral es el símbolo que dibujó la cadena humana que se formó ayer en la plaza del Pilar por todos aquellos ciudadanos que quisieron sumarse a la iniciativa impulsada por la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (Afedaz) con motivo del Día Mundial del Alzhéimer.

En su mayoría fueron familiares de afectados los que unieron sus manos "para manifestar que todos unidos podremos con esta patología", según afirmó la presidenta de Afedaz, Pilar Lahera, que informó que el alzhéimer supone un gasto de 32.000 euros al año para las unidades familiares que tienen que hacer frente a un afectado.

FAMILIAS AFECTADAS

La opinión es compartida: los familiares son los que más sufren. "Es difícil de explicar, ver una persona que ya no es esa persona a la que tu querías, que ya no responde a ninguno de los actos voluntarios de cada uno... Hay que llenarse de paciencia", detalló Juan Pablo García, quien sufre el alzhéimer de su padre día a día.

Javier Alcalde, por su parte, conoce el agresivo avance de esta enfermedad. Desde hace nueve años cuida de su cuñada, enferma de alzhéimer. "Es una patología que afecta al familiar totalmente. Mi cuñada ha tenido un deterioro muy grande y necesita ayuda de cuidadores porque nosotros, la familia, somos incapaces de hacerlo solos", lamentó. Ana Burriel también conoce la enfermedad. "Ellos también lo sufren desde luego, pero nos cambia la vida a todos", matizó.

Y no solo familiares de afectados. También se sumaron a la cadena humana personas concienciadas con los males que provoca esta patología. Representación de la administración, investigadores, servicios sanitarios y sociales recordaron que es una enfermedad "muy dura". "Los 32.000 no son una cifra exagerada. Desde se diagnostica, el afectado tiene que estar las 24 horas del día acompañado por un cuidador, y para que la persona con alzhéimer tenga un poco de libertad el cuidador pierde la suya", explicó Lahera.

El alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, también se sumó a la cadena humana y reconoció que las ayudas "son pocas" pero insistió en que el Ayuntamiento de Zaragoza es de las únicas instituciones que ha mantenido las ayudas a estas familias. Belloch también recordó que "hace falta vivir la enfermedad de cerca para saber hasta qué punto son gravísimos los problemas que sufren".