Tanto Cruz Roja como Cáritas coinciden en que cada vez acuden más familias que antes de la crisis estaban acomodadas y que se han visto abocadas a solicitar subvenciones tras quedarse en el paro. La inserción en el mundo laboral se convierte en una tarea esencial para evitar que la situación se convierta en cíclica y tengan que seguir viviendo de las prestaciones sociales.

PERFIL: Las mujeres son las que más dificultades tienen para encontrar un puesto de trabajo. Esto hace que representen el grueso de personas ayudas. El 59,3% de las atenciones el año pasado en Cruz Roja eran mujeres y la media de edad era de 64 años. Las familias que antes de la crisis formaban parte de la clase media ya aparecen en los porcentajes de atendidos tras quedarse sus miembros sin trabajo y no poder hacer frente a los gastos diarios.

EMPLEO: En el 2013 Cáritas destina 1,6 millones de euros en materia de inserción socio-laboral. El 20% de los asistidos encontró un trabajo. Son las mujeres las que encuentran más problemas para encontrar un empleo. El curso pasado, entre los asistidos por la entidad, el 65% eran mujeres. El 45% de los solicitantes son españoles frente al 55% extranjero. En cuanto a las edades, el 34% tiene entre 36 y 45 años, los jóvenes entre 25 y 35 representan el 29% y los mayores de 45 el 26%. En Cruz Roja, el 18,4% de las personas 12.641 atendidas en el 2013 se encontraban en situación de desempleo. La mayor parte, un 92,7% tenían un riesgo alto. El año pasado participaron en el plan de empleo 1.930 personas, cuando en el 2009 fueron 527. Se consiguió empleo para un 22% de los inscritos en el programa, es decir, para 247 personas.