La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (Fapar) expuso ayer el "riesgo" para la escuela rural en referencia a las instrucciones que el departamento ha enviado recientemente a los centros que regulan el comedor en los centros públicos.

Fapar se queja especialmente de la supresión del servicio para los alumnos transportados durante los meses de septiembre y junio. "Es inaceptable que se excluya a más de 2.700, vulnerando un derecho recogido en la LOE en su artículo 82.2, que garantiza el transporte y el comedor de forma gratuita, sin ligarlo a la jornada lectiva".

En este sentido, la circular, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, indica que "tendrán derecho al comedor los alumnos beneficiarios del transporte escolar cuando el servicio de comedor se preste dentro del horario escolar, es decir, en periodos de jornada partida". Aunque desde el departamento reiteraron ayer que el comedor "está en función de las rutas escolares y, si el autobús se va antes de comer, los niños vuelven a casa y, si la ruta se va después de comer, se quedan al comedor y se les paga".

Fapar, además, expuso que la medida "pone en riesgo el funcionamiento de muchos comedores escolares rurales que no pueden garantizar su apertura en septiembre ni en junio, lo que repercutirá en la conciliación de muchas familias, monitoras y empeorará la calidad de vida de muchos niños que llegarán tarde a sus casas a comer".