Durante cinco horas de declaración, el exmilitar serbio de 36 años Norbert Feher relató ante la jueza de Alcañiz, con tanta tranquilidad como al matar, cómo asesinó a tiros a los guardias civiles Víctor Caballero y Víctor Romero, de 38 y 30 años, y al ganadero andorrano José Luis Iranzo, de 40, el pasado jueves en la casa de campo de este último, antes de protagonizar una fuga de ocho horas por las carreteras de Teruel que acabó con su arresto en Mirambel. También admitió que, el pasado día 5 de diciembre, disparó a otro vecino de Albalate del Arzobispo, en cuya casa se había ocultado, y al cerrajero que le acompañaba para abrirla. En definitiva, admitió todos los hechos que se le imputan, y la jueza dictó para él prisión provisional sin fianza por tres asesinatos consumados y dos homicidios en grado de tentativa.

Feher es un criminal extremadamente peligroso, de lo que daba fe el tremendo operativo de seguridad que estableció la Guardia Civil tanto para trasladarle de la Comandancia de Teruel hasta los juzgados de Alcañiz, como de estos a la cárcel de Teruel, en la que ya duerme. Pero ante la jueza, una vez asistido por su abogada de oficio y una intérprete de italiano, se comprobó con tanta corrección como frialdad. Puede sorprender este súbito arranque de sinceridad, con cinco horas sin dejar una pregunta por responder y admitiéndolo todo, tras su mutismo ante la Guardia Civil. Pero tampoco hay que olvidar que en Italia ya vio acortada una condena de ocho años por buen comportamiento.

OCHO IDENTIDADES

Ya había trascendido que Norbert Feher era conocido en Italia con otros nombres como Igor Vaclavic o Igor el Ruso, pero ayer ante la jueza admitió haber usado hasta 18 identidades distintas en los ocho países que ha recorrido en su carrera criminal, y en España se hacía llamar Feher Ezequiel Norbert, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. El interrogatorio, eso sí, solo versó de lo acontecido en Teruel, por el ámbito de competencia.

Según había explicado antes, cuando a primera hora de la mañana la Audiencia Nacional le comunicó que tenía causas pendientes en Italia, llegó a España el pasado mes de septiembre, y desde entonces ha estado sin trabajo.

SECRETO, AHORA SÍ

Lo que confesó exactamente en el pormenorizado interrogatorio no ha trascendido, pues la jueza sustituta decretó, ayer sí, el secreto de las actuaciones. Esta figura había sido esgrimida desde el comienzo para no dar información sobre el caso, pero no era cierta hasta ayer.

La jueza sustituta que le tomó declaración cederá el testigo a la titular del juzgado, que en principio se reincorpora hoy, y asumirá la causa para pedir las diligencias que considere oportunas. Ayer se rumoreaba que se iba a realizar una reconstrucción de los hechos, pero no fue con la jueza sustituta y parece improbable -aunque no descartable- que se practique hoy.

Tras su prolijo y frío relato, Feher fue enviado a la prisión de Teruel, donde permanecerá en espera de que la jueza le requiera para cualquier trámite.