Hay dos opciones: echarse en brazos de las estadísticas o apelar a los sentimientos de lo vivido. En la primera de las opciones, puede afirmarse que la feria del Pilar 2014 ha resultado una de las mejores de la temporada en España. En un total nueve festejos se han cortado veintiuna orejas y un rabo; un novillo ha sido indultado y un toro premiado con la vuelta al ruedo. Cinco toreros han salido por la puerta grande (Varea, El Fandi, Talavante, El Juli y Diego Ventura) y han saltado a la arena de La Misericordia un puñado de toros de los de recordar.

Las emociones dicen que todos los días han tenido su hecho destacado. Todo sobre la base del toro, ese perseguido toro de Zaragoza que se ha perfilado como ideal la mayoría de las tardes aunque chirríe que para sacar seis novillotes de Jandilla haya que reconocer hasta catorce o que Núñez del Cuvillo pusiera tan baja su autoexigencia. Tampoco molan los popurrís de dos o más hierros para sacar seis en una tarde de figuras.

Bestial el impacto de Ginés Marín; sobresaliente Varea con Quejoso; Talavante cerca de su toreo soñado ante Ballenito; ilusionante un Urdiales por lo clásico; arrollador El Juli con Jarretón, aplastante Ventura y, al fondo de todo, ese Picarón de Fuente Ymbro.

Sí, con todas las facilidades de que ha gozado esta empresa con una diputación remando muy a favor --más en el año del aniversario--, el resultado está por encima de lo que cualquiera hubiera podido aventurar. Ahora hay que felicitarse pero también tener muy presente donde queda el listón.