El Primero de Mayo en Aragón no es ya un motivo de fiesta. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) revelan que Aragón superaba los 144.000 desempleados en marzo de este año, es decir, que había 104.900 personas más sin empleo que en el mismo mes del 2008, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) --el antiguo Inem refleja algo más de 75.000 parados más entre esas mismas fechas--. Este hecho objetivo y los efectos de la crisis en la sociedad española ha supuesto un giro radical a la hora de afrontar este día, que ha pasado a convertirse en los últimos años en un termómetro que mide el descontento de la población.

La efeméride del Primero de Mayo tiene su origen en Chicago (Estados Unidos). En el año 1886 ocho hombres fueron declarados culpables por apoyar una huelga a favor de la jornada laboral de ocho horas, entre otros derechos de la clase obrera. Tres de ellos fueron condenados a prisión y los cinco restantes, a la horca. Hoy, 127 años después, el mercado laboral aparece devastado por las escasez de trabajo, la precarización y el retroceso de los derechos de los trabajadores, según denuncian las organizaciones sindicales. Una situación que muchos creían impensable hace apenas una década. Además, el estado de bienestar se tambalea en media Europa y los recortes sociales han dejado la crisis económica en un segundo plano, ecplipsada por una crisis social que es cada vez más evidente.

UNA REFORMA "ESTÉRIL" Los sindicatos han ejercido históricamente un papel vital en todos los Primero de Mayo, pero el contexto actual ha provocado que sea ahora la sociedad civil la que, junto a las organizaciones sindicales, tome el mando en las protestas ciudadanas. Y el Primero de Mayo es una más.

La última reforma laboral, aprobada ahora hace algo más de un año ha dejado tras de sí casi 25.000 desempleados más en Aragón (ver gráfico). Pero la escalada ha sido imparable desde el 2008, cuando la comunidad contabilizada solo 39.000 personas sin empleo (prácticamente en situación de paro técnico). Ni la reforma laboral de Zapatero, ni la última de Rajoy han podido frenar la sangría del paro que, como ha subrayado en reiteradas ocasiones el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), se ha convertido en la principal preocupación de los ciudadanos. A día de hoy, la tasa de desempleo supera el 27% en España y el número de parados supera los 6,2 millones de personas.

SIN REFERENTES Y mientras todo esto ocurre, la sociedad parece estar huérfana de una clase política capaz de afrontar, sin duda, uno de los mayores retos desde la Transición. Ayer mismo, el Gobierno de Aragón anunció tras el Consejo de Gobierno un plan de reactivación económica para fomentar el empleo y la formación. Sin embargo, no hay fecha, partidas presupuestarias concretas, ni se conocen cuáles serán, a grandes rasgos, las medidas que el Ejecutivo de Rudi plantea articular.

Del otro lado, los agentes sociales en Aragón (empresarios y sindicatos) claman por la situación que atraviesan las empresas --principalmente las pymes--, asfixiadas por la escasez de crédito, y de los trabajadores, que, además de por el desempleo, se han visto castigados por una drástica caída de su poder adquisitivo y salarial.

Así, el Primero de Mayo, también denominado Fiesta del Trabajo carece hoy de motivos para su celebración con el drama del paro a cuestas. En Aragón tendrán lugar hoy cuatro concentraciones (Zaragoza, Huesca, Teruel, Tarazona y Andorra). Bajo el lema No tienen límite. Lucha por tus derechos, los principales sindicatos han convocado un total de 83 manifestaciones y concentraciones en otras tantas ciudades españolas. Con todo, el del 2013 no será un Primero de Mayo más.