Los jubilados con pensiones contributivas pagarán el 10% de los medicamentos, con un tope de 8 euros al mes si su renta es inferior a 18.000 euros anuales y de 18 euros si los superan. Los fármacos también costarán un 10% más que ahora, un 50%, a los trabajadores que sobrepasen este límite y un 60% a los que declaren más de 100.000 euros de sueldo anual. Pero por primera vez en la historia, serán gratis para los parados sin prestación por desempleo y los perceptores de las rentas mínimas. Estas son las principales medidas anunciadas ayer por la ministra de Sanidad, Ana Mato, y acordadas con las comunidades autónomas, con el objetivo de ahorrar 7.000 millones de euros, un 10% del gasto sanitario público.

Relacionadas

Hasta ahora los ciudadanos activos pagaban el 40% del premio de los medicamentos recetados en la sanidad pública. Los pensionistas no tenían que pagar nada y los enfermos crónicos activos solo el 10% del precio con un máximo de 2,64 euros. El nuevo copago farmaceútico, que será aprobado el viernes en Consejo de Ministros para que entre en vigor dentro de dos meses, solo mantiene igual a los enfermos crónicos y pasa de un sistema en el que se pagaba en función de la edad a otro en el que se hace en función de la renta. Este nuevo cálculo se hará cruzando los datos con el Ministerio de Hacienda, según la declaración del IRPF, no del patrimonio personal.

CON MEDICINAS GRATIS Según datos del Ministerio de Empleo, un total de 2.250.458 de desempleados no cobra prestación, por lo que a partir de ahora y hasta que encuentren un trabajo tendrán medicinas gratis. También mantendrán la gratuidad los 253.207 jubilados con pensiones no contributivas.

Mato aseguró que el abono de los fármacos en función de la renta no tiene un afán recaudatorio sino "disuasorio", de "poner en valor el medicamento", ya que de lo contrario se hubiera aprobado una tasa por receta como existe en Cataluña. Si se hubiera extendido la medida catalana al resto de España, el Gobierno habría podido recaudar unos 1.500 millones de euros anuales. La ministra aseguró que la opción del copago es más justa que la catalana, y se puede obtener el mismo montante.

Mato aseguró tras la reunión que "no habrá copago en la sanidad" e hizo hincapié en el "gasto disparado en medicamentos". "El objetivo es que no sobren medicinas. Somos el segundo consumidor mundial y en 2011 se tiraron a la basura para reciclar 3.700 toneladas de medicinas, que supone un derroche de 1.200 millones de euros", explicó.

CENTRAL DE COMPRAS La titular de Sanidad enumeró otras medidas como la creación de una central de compras, que ya se ha usado para adquirir vacunas de la gripe y que garantizará un precio más bajo de medicinas. También se crearán unidades de medicamentos adecuados a la prestación sanitaria. Con este objetivo se pedirá un esfuerzo a la industria "para que no haya más pastillas de las necesarias en las cajas". Con estas medidas el Gobierno espera obtener un ahorro de 1.500 millones de euros.

No obstante, las esperanzas de ahorro, 3. 500 millones de euros, están puestas en el mayor uso posible de medicamentos genéricos (actualmente hay comunidades que usan hasta el 70% frente a otras en las que no llega al 30% ) y en la una bajada del precios a algunos medicamentos que negociará con la industria farmacéutica. Mato solo apuntó que no será una bajada lineal como la del anterior Gobierno.

El ministerio excluirá del vademécum algunos de los fármacos considerados obsoletos. También se incluirán reformas para acabar con el llamado "turismo sanitario" o llegada de extranjeros que se aprovechan del sistema español de salud de modo indebido. Así se incorpora un artículo al derecho español que "prohíbe de forma explícita viajar con el fin de buscar atención sanitaria". También se modificará la ley de Extranjería para evitar que usen la sanidad española extranjeros que no pagan impuestos.