En la primera entrevista que mantuvieron, el presidente de Aragón, Javier Lambán, regaló al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, una réplica de la Fuente de los Incrédulos de Zaragoza. El obsequio de cortesía iba cargado de intenciones, simbolizando el escepticismo de los aragoneses ante años de promesas incumplidas por este ministerio. Ayer, durante la colocación de la primera piedra de las obras del desdoblamiento de la N-232 entre Mallén y Figueruelas, Lambán admitió la sintonía entre el Ejecutivo autonómico y la cartera de De la Serna, hasta el punto de que quizá pronto esa fuente símbolo del descreímiento pueda volver a Aragón al ver cumplidos todos los compromisos pendientes secularmente. El propio ministro continuó la broma e indicó que aún era pronto, pero que seguro que acabaría volviendo esa fuente a Aragón porque se habrían cumplido todas las demandas.

acortar los plazos / De hecho, durante la colocación de la primera piedra de las obras en los 15 kilómetros de la N-232 entre Mallén y Figueruelas, el ministro avanzó que a pesar de haberse retrasado un tiempo el inicio de los trabajos, estos se adelantarán para que en lugar de los 51 meses de plazo previstos, puedan reducirse y en el 2020 el desdoblamiento sea una realidad, en ese tramo y en el que va hasta Figueruelas, en obras desde el pasado invierno. De la Serna admitió que este era el primer compromiso de su ministerio para una obra muy reivindicada por los alcaldes al ser una carretera con una elevada siniestralidad.

La mayor parte de la próxima autovía se ejecutará sobre el trazado actual de la carretera, salvo los últimos cuatro kilómetros que discurrirán en una plataforma elevada. El coste total asciende a 49,7 millones de euros, a los que hay que sumar otros ocho en asistencia técnica y expropiaciones de diversos terrenos en esa área.

La obra incluye cinco pasos superiores, ocho inferiores y dos viaductos sobre el río Huecha, uno por calzada, de 60 metros de longitud cada uno. Se construirán cuatro enlaces (Gallur, vías de servicio, Mallén Este y Mallén Oeste), además de un semienlace en la localidad navarra de Cortes de Aragón, que permitirán la conexión con las carreteras N-122, A-127 y AP-68. Respecto a las medidas de protección acústica e integración ambiental, que reciben más de tres millones de euros del presupuesto, está previsto sembrar en todos los taludes y terraplenes y habilitar pasos de fauna y vías de escape.

El presidente de Aragón señaló que «la pesadilla toca a su fin» y felicitó el tesón de los alcaldes de la ribera alta que durante años han reivindicado estas obras. Para Lambán, esta inversión es «justa a todas luces» y señaló que existe buena colaboración entre el ministerio y el Gobierno aragonés, algo que también confirmó el propio ministro. En este sentido, Lambán precisó que las relaciones entre el Gobierno de la nación y los autonómicos no siempre han de producirse en términos de reivindicación, y ahora toca reconocer que el ministerio adquirió unos compromisos «y los está cumpliendo».

más reivindicaciones / El presidente aragonés solicitó que este mismo año se licite el tramo El Burgo de Ebro-Fuentes de Ebro y que se agilice el tramo hasta Valdealgorfa.

Pero el ministro tenía la lección aprendida y repasó todos los plazos pendientes en las obras carreteras. Así, en la N-232 en los tramos bajos avanzó poco, más allá de que espera que este mes se puedan iniciar los trámites que permitan las expropiaciones en el tramo de El Burgo de Ebro a Fuentes de Ebro y la N-232 entre Ráfales y el límite de la provincia de Castellón, un tramo de 14 kilómetros y 61 millones de presupuesto, acaben a mediados de l2018, más tarde del plazo previsto, que era finales de este año.

Respecto al desdoblamiento de la N-II entre Alfajarín y Fraga, el ministro se comprometió a «dar continuidad a los proyectos y medidas concretas de desvío de los vehículos pesados» y, sin concretar más, a seguir con la tramitación de los planes de desdoblamiento. Mejores noticias para la A-21 y la A-22, ya que este verano se licitará Sigüés-Tiermas en la A-21 y entre Siétamo y Huesca (13 kilómetros y un presupuesto de 70 millones) en la A-22.

En el 2018 se licitará la mejora de la N-260 entre el Congosto de Ventamillo y Campo. Asimismo, las obras entre Santa Cilia y Puente la Reina de la A-22, con 7,2 kilómetros de longitud y 32,2 millones de presupuesto, están al 50% de ejecución y su fin podría adelantarse a octubre del 2018.

El ministro explicó que en la primavera del 2018 concluirán las del tramo Caldearenas-Lanave (de 12 kilómetros y 100 millones de presupuesto), y el tramo Congosto de Isuela-Arguis, de 3,3 kilómetros y 61 millones de presupuesto, en marzo del 2019. El tramo Alto de Monrepós-Caldearenas, de 4 kilómetros, finalizará en mayo del 2019 tras una inversión de 120 millones.