Los planes de pensiones no logran despegar. A pesar de que el Gobierno del PP redujo el 30% las comisiones y mejoró su liquidez, para hacerlos más atractivos como complemento de la jubilación pública, el número desciende. Hasta marzo pasado, eran 9,95 millones, similar al del 2006. Y algo parecido sucede con los planes individuales, más comunes, con 7,87 millones del total de partícipes, según Inverco.

Tras el récord de 10,8 millones en el 2010, la poca capacidad de ahorro de las familias por el paro y la crisis ha hecho que la tendencia se mantenga a la baja. Ni siquiera su atractiva fiscalidad, ya que es posible ahorrar en el IRPF hasta 45 céntimos de cada euro aportado, lo ha conseguido. A su vez, un estudio que realiza anualmente el profesor del IESE Pablo Fernández revela que los planes de pensiones rinden tres veces menos que la bolsa o las obligaciones del Estado. E incluso se ven superados por la inflación. Por ello concluye que "pocos gestores se merecen las comisiones que cobran".

Además, los particulares suelen errar en sus estrategias. Los diez fondos con más patrimonio, que suelen estar entre los menos rentables, copan la mitad de los partícipes, según Abante Asesores. Entre estos, el rendimiento anualizado de los de renta variable a cinco años es del 5,99%; y en los de 10 años, del 1,87%. Los más rentables a cinco años arrojan rendimientos del 11,46% a cinco años y del 4,90% a 10 años. Pero solo el 3% de los partícipes invierten en los 10 más rentables. Los ahorradores suelen comprar el producto cuando está más caro y venderlo cuando empieza su caída, lo que ocasiona pérdidas. Una forma de defenderse es hacer aportaciones periódicas, en vez de fijarse solo en las ventajas fiscales, y hacerlas de una vez por el importe total fiscalmente deducible en el último trimestre del ejercicio.