Los Bomberos de Zaragoza y los de la Diputación Provincial de Zaragoza sofocaron ayer un complicado incendio que obligó a cortar durante más de dos horas la N-II, a la altura de Nuez de Ebro. El fuego se extendió dos kilómetros por los rastrojos de ambos arcenes y amenazó a la urbanización El Condado. Pero la masiva activación de medios impidió males mayores.

El incendio se declaró sobre las 18.45 horas, primero en un arcén y luego pasó al otro. El origen está por determinar, aunque por los restos hallados en el lugar pudo ser por el reventón de rueda de un camión y la sequedad del suelo. El tráfico fue desviado por la autovía autonómica ARA-1 y apenas hubo retenciones.

Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil tuvieron que ayudar a unos vecinos de El Condado, extintor en mano, para combatir el fuego que estaba a las puertas de su jardín, según fuentes del cuerpo. En seguida llegaron los bomberos a hacerse cargo de la situación.

Se desplazaron hasta 8 vehículos, 3 de la DPZ, a los que luego se unieron dos cuadrillas forestales con autobomba y dos helicópteros --más uno de mando-- de la DGA. Entre todos lograron controlar el fuego en alrededor de una hora y media, y sobre las 21.00, confirmó Tráfico, la carretera estaba abierta. Los bomberos de la diputación se quedaron refrescando la zona.

Sus compañeros de Zaragoza, por la mañana, habían acudido a otro fuego cerca de la carretera, en la Ronda Hispanidad. Se trataba de hecho de la misma zona que el pasado miércoles ardió, calcinando 8 hectáreas de matojo, y obligó a desalojar el tanatorio privado y una finca.

Esta vez el fuego fue de mucha menor intensidad, pero como el anterior --con múltiples focos--, apunta a intencionado.