Había mucha expectación, pero los resultados dejaron mucho que desear. Tras más de una hora de reunión, la esperada Comisión Permanente Especial del Pleno de Vigilancia de la Contratación no sirvió para aclarar casi nada sobre los contratos municipales del 2008, sobre el expediente del Seminario ni sobre las cuentas de la Expo.

El reglamento municipal establece que la primera reunión sea solo constitutiva. Y así fue. Durante más de media hora, la jefa del departamento de Contratación y Patrimonio se dedicó a leer la nueva Ley de Contratos del Estado. Algunos bostezaban y otros intentaban no cabecear en los bancos del gobierno y de la oposición. En palabras de Catalá se había procedido a aportar una "exhaustiva enumeración de documentación y contratación". Cuando llegó el turno de las intervenciones, unos y otros, como los niños pequeños se limitaron a discutir sobre qué grupo político podía apuntarse el tanto de que se había convocado la comisión gracias a ellos. "Fui, yo, fui yo". "No, fui yo", parecían reprocharse mutuamente.

Tras el debate y con la normativa en la mano, poco más podía hacerse salvo reclamar los expedientes que se consideraran interesantes para una próxima convocatoria --puede tardar en volver a reunirse hasta un año--. Algunos portavoces, como Juan Martín, de CHA, aprovechó para avanzar que exigía documentación sobre todas las encomiendas de gestión, obras de la Expo como el parque del agua, el transporte fluvial, el puente del Tercer Milenio, el pabellón puente, el pabellón de Zaragoza o el pabellón digital del agua, así como todas las actuaciones relativas a las riberas del Ebro. Habrá que esperar. "No puede ser un intento político para zaherir a un gobierno. Hay que mejorar los sistemas administrativos de contratación y el reglamento dice que solo pueden verse los contratos ya cerrados", justificaba Catalá ante las críticas de la oposición por no poder conocer el complementario del Seminario.